Reconocido por su dominio del hierro y el cristal, deja un extenso legado artístico en toda la región.
El mundo del arte de Castilla y León está de luto. El escultor zamorano José Luis Alonso Coomonte ha fallecido este jueves a los 93 años de edad, dejando tras de sí un inmenso legado artístico que ha marcado el paisaje urbano de Zamora y de otras muchas localidades españolas.
Nacido en Benavente en 1932, Coomonte fue una figura clave de la escultura contemporánea española, reconocido por su maestría en el trabajo con el hierro forjado y el cristal. Su trayectoria fue distinguida en 2021 con el Premio Castilla y León de las Artes 2020, un galardón que reconocía su contribución a la cultura y su papel como embajador de su tierra.
La noticia, confirmada por el Ayuntamiento de Benavente, ha generado numerosas muestras de pesar. Entre ellas, la del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, quien ha lamentado profundamente su pérdida. "Uno de los mejores de los nuestros, creador único", ha manifestado el presidente autonómico a través de sus redes sociales.
La formación de Coomonte comenzó en el taller de ebanistería de su padre y continuó en la prestigiosa Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, donde coincidió con grandes nombres como Antonio López. Su afán por aprender le llevó a París gracias a una beca, consolidando una visión artística que combinaría la tradición artesana con la vanguardia.
Además de su faceta creativa, dedicó parte de su vida a la docencia. Fue profesor de dibujo en Benavente y Madrid, y entre 1986 y 2002 impartió clases en la Escuela de Bellas Artes y Oficios de Zamora y en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, influyendo en varias generaciones de artistas. El legado del escultor zamorano en Salamanca perdurará en el tiempo a través de su obra monumento 'A la Consitución', que actualmente se encuentra junto al Palacio de Congresos y Exposiciones.
Algunas de sus obras son 'La Farola' en la plaza de la Marina de Zamora; el monumento con rebecos en Picos de Europa; la fuente de Las Naciones de la calle Guzmán el Bueno de Madrid; el 'Homenaje a los poetas' en el puente de Los Poetas de la capital zamorana; el mosaico a la Virgen de la Vega de Benavente, o la puerta principa del Seminario Mayor de Astorga.
Su vinculación con el arte sacro fue también muy destacada, lo que le valió el Barandales de Honor en 2016 por sus aportaciones a la Semana Santa de Zamora. A lo largo de su carrera acumuló numerosos reconocimientos, como el Premio Zamorano del Año en 2006 o el Premio de Escultura Ciudad de Valladolid.
Desde su taller en San Marcial, un pequeño pueblo de Zamora, Coomonte continuó trabajando con pasión hasta sus últimos años. Una de sus últimas apariciones públicas fue en mayo de este año en su Benavente natal, durante la inauguración de una exposición homenaje a su obra, demostrando su inquebrantable compromiso con el arte hasta el final.