La entidad mantiene una filosofía basada en el voluntariado de sus entrenadores y la apuesta exclusiva por jugadores de la casa ante un hipotético ascenso. Es el primer protagonista de nuestra nueva sección
El Sporting Carbajosa, con el que estrenamos nuestra nueva sección de cantera llamada 'Base a base', está de dulce en su decimoquinto aniversario en competición, una efeméride que llega en el mejor momento de su historia. El club, presidido por Pedro Sanz, ha experimentado un crecimiento exponencial basado en una filosofía clara: los valores, el sentimiento de familia y una apuesta innegociable por los jugadores formados en casa. De los 27 chavales que iniciaron esta andadura hace años, la entidad ha pasado a contar con más de 300 personas entre jugadores y cuerpo técnico.
Pedro Sanz, máximo responsable del club, ha hecho balance de una trayectoria marcada por el esfuerzo y la pasión. Lo que comenzó como un modesto proyecto con apenas un par de decenas de niños se ha transformado en una de las estructuras de fútbol base más sólidas de la provincia. "Empezamos con 27 chavales y, ahora mismo, tengo 256 fichas, 25 de la escuela Chupetines y 50 entrenadores. Es decir, más de 300 personas. Todo ello sin olvidar el de boccia, que es de ASPACE y nosotros nos encargamos de todo", ha detallado el presidente.
Este crecimiento se refleja en una estructura deportiva que abarca todas las categorías del fútbol formativo. El club cuenta actualmente con equipos prebenjamines, benjamines, alevines, infantiles, un cadete y dos juveniles, además del conjunto aficionado. La apuesta por el fútbol femenino también es una realidad, con un equipo regional en categoría cadete-juvenil y otro infantil que está cosechando grandes resultados.
Uno de los pilares que explican el éxito y el ambiente que se respira en el Sporting Carbajosa es el compromiso de su cuerpo técnico. En un mundo donde el fútbol base se profesionaliza a pasos agigantados, el club mantiene una esencia amateur y vocacional. Sanz se ha mostrado categórico y agradecido a este respecto: "Estoy superorgulloso de todos los chicos que tengo entrenando".
Esta entrega desinteresada es, según el presidente, la base sobre la que se construye el concepto de "familia". Un modelo que atrae a los jugadores no por promesas de éxito deportivo, sino por un proyecto formativo integral. "Yo no he tenido que convencer a ninguno. Todos los que han venido, han venido por lo que han oído hablar del club, sus valores", ha afirmado Sanz. La entidad no busca activamente jugadores de otros equipos; son las familias las que se acercan interesadas en su método. "Son ellos los que llaman a la puerta, y cada uno es muy libre de jugar donde quiera", ha añadido.
Para el presidente, por encima de cualquier resultado, hay principios innegociables. "Por encima tienen que haber unos valores de respeto", ha sentenciado, dejando claro que la formación personal es tan importante como la deportiva.
En el plano competitivo, el club se ha marcado metas realistas y coherentes con su filosofía. Lejos de obsesionarse con los ascensos, la prioridad para la presente temporada es consolidar a sus equipos en las máximas categorías provinciales. "En todas las categorías tengo un equipo en Primera, y quiero que se mantenga. Ese es el principal objetivo", ha explicado Pedro Sanz.
A pesar de esta prudencia, la ambición no desaparece. El recuerdo de la temporada pasada, cuando el equipo juvenil se quedó a las puertas del ascenso a Regional, sirve de estímulo. Mirando al futuro, el club no esconde su ilusión por dar ese salto de calidad. "Ojalá consiguiéramos en un par de años meter un equipo en Regional", ha confesado el presidente, destacando además el buen hacer de las chicas del equipo infantil, que actualmente marchan primeras en su competición.
Sin embargo, si ese anhelado ascenso llega, el club tiene una norma no escrita que es, en realidad, su mayor declaración de intenciones. Pedro Sanz ha sido tajante al asegurar que el premio de competir en una categoría superior será para los jugadores que han crecido en el club. No habrá fichajes externos para reforzar al equipo.
"Lo que sí tengo muy claro es que si se sube a Regional, lo van a disfrutar los de la casa", ha aseverado con convicción. Esta promesa ya se la hizo a sus jugadores del juvenil el año pasado. "Les dije 'si subimos, lo disfrutáis vosotros'. Si se vuelve a descender, no pasa nada. Es un premio para los chicos del club que llevan con nosotros toda la vida". Una filosofía que, como él mismo reconoce, puede ser vista como una rareza en el fútbol actual: "Estaremos equivocados, o estaré equivocado, pero es nuestra forma de hacer las cosas".
El futuro del Sporting Carbajosa pasa por mantener esta identidad. Para ello, el apoyo de los patrocinadores es fundamental, ya que permite al club mantener una de las cuotas más bajas de la provincia. Con el respaldo de su gente y una hoja de ruta clara, la "familia" del Sporting Carbajosa sigue creciendo, demostrando que el éxito también se puede medir en valores, compromiso y lealtad a los orígenes.