Manolo Robles dejó el fútbol aparcado tras salir del Salamanca UDS: "La primera etapa fue bastante buena, no tengo buen recuerdo de la segunda"

Han pasado varios años desde que el tándem formado por Antonio Calderón y Manolo Robles dirigió por última vez al Salamanca UDS. Ahora, desde la distancia y la tranquilidad de su Cádiz natal, Robles ha roto su silencio para repasar sus dos etapas en el club y, sobre todo, para confirmar una decisión vital: ha aparcado el fútbol. El que fuera segundo entrenador blanquinegro ha confesado sentirse "quemadillo" tras su última experiencia en el Helmántico, un sentimiento que le ha llevado a priorizar su vida familiar y sus negocios por encima de los banquillos.

La trayectoria de Manolo Robles en Salamanca ha estado marcada por dos etapas de sensaciones contrapuestas. La primera, en la temporada 2018/2019, culminó con una agónica salvación en Barreiro que dejó una huella imborrable tanto en la afición como en él mismo. Ese vínculo fue, precisamente, el motor que impulsó su regreso. "La primera etapa fue bastante buena, la verdad que fue ese cariño tan grande que le cogí al club. Fue muy buena", ha recordado Robles, subrayando que esa conexión fue clave para volver a pesar de tener otras ofertas más cercanas a su domicilio.

Sin embargo, la segunda etapa, durante la campaña 2021/2022, ha dejado un sabor completamente diferente. Aunque regresó con una enorme ilusión, los acontecimientos que se sucedieron desembocaron en una salida abrupta y un recuerdo amargo. "No tengo un buen recuerdo de la última etapa. Por los resultados y por cómo fue todo", ha admitido con sinceridad. A pesar de la mala experiencia, Robles ha afirmado que intenta que ese final no empañe el buen recuerdo del primer año, quedándose con lo positivo de su paso por la ciudad.

Una desconexión total y el adiós a los banquillos

La principal revelación de la entrevista ha sido su decisión de alejarse del mundo del fútbol. La intensidad y el desgaste de su última etapa en Salamanca fueron determinantes para tomar este camino. "La verdad es que después de salir de ahí de Salamanca acabé un poquillo quemadillo de todo", ha explicado. Este agotamiento, sumado al tiempo lejos de casa, le ha llevado a centrarse en otros aspectos de su vida. "Ahora mismo, de momento, estoy dedicándole el tiempo a la familia, que llevaba un tiempo estando fuera", ha añadido.

Esta desconexión ha sido tan profunda que ha cambiado por completo su visión. Si tras su primera salida seguía con interés los resultados del equipo, ahora la situación es muy distinta. "Después de la primera etapa cuando terminaba lo mío, lo primero que veía era qué había hecho el Salamanca prácticamente. Desde que salí allí no miro nada, nada", ha sentenciado de forma contundente.

Aunque no cierra la puerta de forma definitiva a un futuro regreso a los banquillos —"nunca nunca digo que no, ¿no? Porque siempre ha sido mi pasión"—, ha dejado claro que a corto y medio plazo no está en sus planes. Incluso ha comentado que su amigo y excompañero Antonio Calderón es plenamente consciente de su postura y sabe que, por ahora, no tiene "muchas ganas de seguir".

Amistades que perduran y un mensaje a la afición

A pesar de su distanciamiento del club, Manolo Robles ha asegurado que mantiene el contacto con amigos que hizo en la ciudad, como Ángel Lozano o Vicente García, y sigue la trayectoria de algunos de los jugadores que tuvo a sus órdenes. La relación más fuerte, sin embargo, es la que le une a su cuerpo técnico. Su vínculo con Antonio Calderón es "buenísimo" y la amistad con Pepe Losada, el preparador físico y actualmente en Irán, viene de la infancia. "Pepe es como si fue amigo mío de toda la vida, ya que estuvimos jugando juntos y tengo una relación con él desde que tenía 9 años", ha detallado.

Finalmente, Robles no ha querido despedirse sin enviar un mensaje de ánimo a la afición del Salamanca UDS, a la que ha instado a no perder la esperanza. "Que sigan siempre apoyando al club con el potencial que hay para poder sacar fruto del estadio, de la afición que tiene, de la ciudad, que es muy futbolera... así que les digo que no se desanimen. Es un histórico y puede pasar como en otros sitios", ha manifestado.