UPA Salamanca augura una "disminución drástica" en la siembra de cereal y colza por el clima y la baja rentabilidad
Las condiciones meteorológicas extremas de este otoño, sumadas a la compleja situación económica del sector, están comprometiendo seriamente la campaña de siembra en la provincia. La organización agraria UPA Salamanca ha advertido de una importante reducción en la superficie cultivada de cara a la cosecha de 2026, afectando especialmente a los cereales y la colza.
El campo salmantino atraviesa un momento de incertidumbre. Según el análisis realizado por la organización profesional agraria, la combinación de factores climáticos adversos y la falta de rentabilidad ha generado un clima de "desánimo" entre los agricultores de la provincia. Las labores de sementera, fundamentales para garantizar la producción del próximo año, se están viendo gravemente obstaculizadas.
Tal y como explica el secretario general de UPA Salamanca, Carlos José Sánchez Rodríguez, el inicio del otoño agrícola estuvo marcado por una sequía extrema. Las lluvias fueron "prácticamente inexistentes" durante el mes de septiembre y muy escasas en la primera quincena de octubre. Esta situación impidió realizar las labores preparatorias necesarias para la siembra de los cereales, limitando los trabajos únicamente a aquellos campos que se encontraban en barbecho o que pudieron ser labrados tras la recogida de los forrajes.
Sin embargo, el escenario cambió radicalmente con la llegada de las precipitaciones. Cuando las lluvias hicieron acto de presencia, lo hicieron con "tal contundencia" que el campo pasó de no poder labrarse por falta de agua a estar impracticable por exceso de humedad. Esta situación mantiene parados a muchos profesionales, a la espera de que el terreno se oree para poder trabajar en condiciones adecuadas.
Impacto directo en colza y cereales
Las consecuencias de este escenario climático ya son tangibles en los cultivos más representativos de los secanos salmantinos:
- Colza: La sequía inicial provocó que "apenas se sembrara colza en secano". Dado lo avanzado de la temporada, la organización considera que ya es tarde para recuperar este cultivo, por lo que su presencia será testimonial.
- Cereales (trigos): El retraso en la sementera es considerable. Muchos trigos que ya deberían estar sembrados no han podido plantarse debido a la imposibilidad de entrar en las tierras encharcadas.
- Forrajes: Tampoco se detecta un gran interés por su siembra. Las altas producciones registradas el pasado año han generado un gran estocaje en el campo y un escaso interés de compra por parte de los ganaderos.
Rentabilidad en riesgo
Más allá del clima, el factor económico es determinante en la decisión de los agricultores de reducir la siembra. UPA Salamanca denuncia que los bajos precios de los productos, unidos a los "elevadísimos costes de producción", hacen inviables muchos cultivos si no se garantizan producciones normales.
La organización advierte que realizar una sementera en malas condiciones —con campos mal labrados o sembrados con exceso de humedad— aumenta el riesgo de obtener una mala cosecha. Ante los precios actuales, los agricultores optan por la prudencia: arriesgarse a una mala producción no es viable económicamente.
"Lo que en todas las conversaciones de los agricultores se escucha es que, con estos precios, el cereal no es rentable", señalan desde la organización. Este análisis lleva a UPA a pronosticar que la siembra se verá "muy reducida" para la cosecha de 2026, dibujando un panorama complejo para el sector primario de Salamanca en los próximos meses.
