Del chocolate de Astorga a Gaudí: la jornada de aprendizaje fuera del aula de las Misioneras de la Providencia
La visita, enmarcada en el Plan de Convivencia del centro, incluyó un recorrido por el Museo del Chocolate, el Palacio de Gaudí y los restos romanos de la ciudad.
Los alumnos de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional del Colegio Misioneras de la Providencia han participado en una jornada cultural en Astorga, una de las ciudades con mayor riqueza patrimonial de Castilla y León. La actividad, diseñada para aprender fuera del aula, ha combinado visitas a enclaves históricos con el fomento de la convivencia entre los estudiantes.
El viaje forma parte del Plan de Acogida y del Plan de Convivencia del centro educativo, con el objetivo de fortalecer los lazos entre el alumnado y el profesorado en un ambiente más distendido. La excursión busca fomentar la integración y las relaciones positivas entre los distintos niveles educativos, reafirmando la apuesta del colegio por un aprendizaje activo y vivencial.
La primera parada del recorrido fue el Museo del Chocolate, donde los alumnos conocieron la historia del cacao y su importancia en la industria local de Astorga. La visita culminó con una degustación de chocolates artesanos, un momento que muchos describieron como “el más dulce del día”.
A continuación, el grupo se dirigió al Palacio Episcopal de Gaudí, una de las obras más singulares del arquitecto catalán. Los estudiantes se mostraron impresionados por la fusión de funcionalidad y fantasía modernista del edificio, con su fachada de piedra gris y sus coloridas vidrieras. Algunos de ellos comentaban que la construcción parecía “un castillo de cuento”.
La jornada continuó con un viaje al pasado romano de la ciudad. Los alumnos visitaron el Museo Romano y recorrieron los restos arqueológicos de las termas y las antiguas cloacas, conociendo cómo era la vida en la antigua Asturica Augusta. Las explicaciones de los guías permitieron a los jóvenes tomar conciencia de la profunda huella que la civilización romana dejó en la península.
Más allá del contenido académico, la excursión ofreció tiempo para pasear, compartir experiencias y disfrutar de un día de aprendizaje y diversión. La experiencia, calificada como muy enriquecedora, sirvió como una excelente manera de comenzar el curso, llena de descubrimientos y momentos para el recuerdo.
