La bodega Dominio de la Sierra, ubicada en San Esteban de la Sierra, ha multiplicado por seis su producción desde 2017 apostando por la uva autóctona Rufete.
La historia de las bodegas Dominio de la Sierra, ubicadas en San Esteban de la Sierra, es la crónica de un legado familiar recuperado, una apuesta por las raíces que ha logrado multiplicar por seis su producción en apenas unos años. Todo comenzó con un bisabuelo que elaboraba vino y un abuelo que lo comercializaba en la capital salmantina. Sin embargo, con el tiempo, el negocio familiar viró hacia la venta de vinos de otras denominaciones de origen, dejando los viñedos de la sierra "un poco al margen, ya que ya no había nadie que trabajara los viñedos".
Ese paréntesis en la historia familiar se ha cerrado en 2017, cuando Alberto Labrador, junto a su padre Agustín, decidió volver a la sierra "con la ilusión de retomar aquello que dejó el bisabuelo". El proyecto, que arrancó como una prueba modesta, ha experimentado un crecimiento exponencial. "Lo que empezó siendo una prueba de 3.000 botellas en el año 2017, a día de hoy ya es una producción de casi 18.000 botellas con cuatro referencias diferentes", ha explicado Alberto Labrador, parte del equipo técnico de la bodega.
La filosofía de Dominio de la Sierra se centra en reivindicar las variedades autóctonas, principalmente la Rufete y la Rufete Serrano Blanca. De esta apuesta nacen sus cuatro vinos. En la gama de tintos se encuentran el Santo Rostro, con cuatro meses de madera y un pequeño porcentaje de tempranillo; el Momentum, que eleva la crianza a nueve meses; y el Dominium, la expresión más pura de la variedad, "un rufete 100 por 100" con 14 meses en barrica. A ellos se suma el Dominio de la Sierra Rufete Serrano Blanco, un vino que nació para aprovechar las cepas blancas que antiguamente se plantaban junto a las tintas.
Para Labrador, el objetivo es claro: "brindar al mundo la experiencia de poder probar esta variedad y disfrutar de la Sierra de Francia". Un territorio con una tradición vitivinícola de más de 800 años, que se remonta a la época de los romanos, pero que a menudo lucha contra prejuicios y hábitos de consumo muy arraigados. "Pasa mucho que entras en un bar y oyes: ponme un Ribera o Rioja, cuando tenemos un producto de gran calidad aquí, un vino excepcional", ha lamentado.
"Mucha gente tiene el recuerdo de los vinos de la sierra de antaño, y te puedo garantizar que no tienen nada que ver los vinos de hoy en día con los de hace 30 años", ha subrayado. Apostar por proyectos como Dominio de la Sierra no es solo descubrir vinos con carácter, sino también una forma de combatir la despoblación y defender el patrimonio de la provincia.
Para todos aquellos interesados en conocer más sobre este proyecto, realizar pedidos, organizar una visita a la bodega o disfrutar de una cata en el campo, pueden ponerse en contacto a través de los teléfonos 665 144 697 y 630 030 348.

Fotos de Inma Santos