FOTOS | La vida en Monza de un salmantino con la Fórmula 1 y todas sus estrellas o famosos como Brad Pitt

La trayectoria del salmantino Adrián Llamazares demuestra que el camino hacia la élite del deporte de motor no siempre transcurre sobre el asfalto, sino también en los despachos que lo hacen posible. Desde hace cinco años, este graduado por la Universidad Pontificia de Salamanca forma parte del equipo que gestiona la explotación comercial del Autodromo Nazionale di Monza, uno de los templos sagrados de la Fórmula 1 y la velocidad.

Su viaje comenzó en las aulas de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la UPSA, una base académica que complementó con una alta especialización: un Máster en Sport Management por el Johan Cruyff Institute y otro en Sport Marketing por la Escuela Universitaria del Real Madrid. "El Grado te aporta una visión general del sector, mientras que con un máster se profundiza más en los aspectos de estrategia empresarial", explica Llamazares.

La oportunidad de entrar en el engranaje de Monza surgió en 2020, durante una estancia del programa Erasmus. Una primera experiencia en prácticas a través de la Università degli Studi di Milano le permitió crear una valiosa red de contactos en el mundo del motor. Pocos meses después, le ofrecieron un contrato indefinido a tiempo completo, consolidando su posición en el circuito.

Adrián Llamazares subraya una realidad a menudo olvidada en el sector: "El deporte es una industria como cualquier otra; las competiciones, los clubes, las instalaciones deportivas e incluso los mismos deportistas funcionan como empresas. Hoy en día, la sostenibilidad está en boca de todos. Cuando hablamos de sostenibilidad tenemos que partir de la base de que, sin rentabilidad económica, los proyectos deportivos tarde o temprano fracasan".

El día a día en el 'templo de la velocidad'

La labor de este especialista salmantino se centra en la gestión deportiva y la explotación comercial de las instalaciones. "Los principales activos de un circuito son la pista y los espacios de hospitality. Desde el departamento comercial, mi día a día se basa en la explotación de estos activos, es decir, sacar la mayor rentabilidad a la instalación con el alquiler de los espacios", detalla sobre su función.

El circuito de Monza, sin embargo, es mucho más que la Fórmula 1. A lo largo de un año, ha llegado a albergar tres campeonatos del mundo de la FIA en la misma temporada, incluyendo el World Endurance Championship (WEC) y el World Rally Championship (WRC). Además, su calendario se completa con eventos corporativos y grandes conciertos, como el de Bruce Springsteen.

"Un circuito funciona como un estadio de fútbol moderno", asegura, mencionando otras líneas de negocio que gestionan, como el licensing, sponsorship, merchandising, tours, karting, el museo y los restaurantes.

¿Cómo se vive un Gran Premio desde dentro?

Durante un fin de semana de Gran Premio, las responsabilidades se dividen. Mientras la Federación Internacional del Automóvil (FIA) se ocupa de la parte deportiva en su totalidad, la gestión comercial recae en el organizador, la FOM (Formula One Management), y el promotor local, que en este caso es el propio circuito.

El trabajo de Adrián es crucial para que la experiencia del cliente sea inolvidable. "Yo me encargo de que esta experiencia sea lo mejor posible, hago que los invitados no sean meros espectadores, que formen parte del evento, que se sientan cerca de la acción", afirma. Los estándares de los espacios VIP en la F1 son los más altos de la industria, cuidando cada detalle: acreditaciones, gestión del tráfico, aparcamientos, seguridad, limpieza, experiencia gastronómica y activaciones con pilotos.

De los cinco Grandes Premios que ha vivido, guarda un recuerdo especial del primero, en 2021. "El primero siempre es especial y nunca se olvida", confiesa. Sin embargo, la mejor experiencia ha sido otra. "Trabajar con la producción de la película de APEX ha sido uno de los mayores retos de mi carrera. Monza tiene un especial protagonismo en la película y todo el equipo del circuito nos sentimos, en cierto modo, parte del proyecto. ¡No se ve a Brad Pitt en la oficina todos los días!", revela.

Verstappen, Hamilton y la F1 a pie de pista

Su posición privilegiada le ha permitido observar de cerca a los grandes nombres de la parrilla. Llamazares es claro al respecto: "En el deporte de élite nadie regala nada. El dinero y los contactos forman parte del juego, como en la vida misma, pero el profesionalismo no perdona al que no tiene talento".

A nivel deportivo, destaca a Max Verstappen como "el piloto más regular de los últimos cinco años". Lo describe como "contundente, sólido y maduro", y subraya su profesionalidad dentro y fuera de la pista. "Creo que, actualmente, es el piloto capaz de sacarle más rendimiento a un coche", opina, añadiendo que le encantaría verle competir en pruebas de resistencia como las 24 horas de Le Mans.

Sin embargo, desde su perspectiva comercial, el foco cambia. "Bajo mi punto de vista, Lewis Hamilton es el único piloto de la parrilla que realmente tiene una marca personal bien trabajada más allá del motorsport. Ha sido, es, y seguirá siendo, un imán para las marcas independientemente de su rendimiento deportivo. Su imagen refleja el resultado de años de un buen trabajo de marketing de todo su entorno. Su marca me recuerda un poco a David Beckham", analiza.

Un regreso a España con la 'americanización' del deporte

Vivir en el norte de Italia, según relata, es una experiencia más centroeuropea que mediterránea. "Las pocas horas de luz en invierno y el clima hacen que el cuerpo se adapte a un ritmo de vida más parecido al del centro de Europa. La 'Bella vita' no llega hasta aquí", comenta. Sobre la pasión por el motor, matiza los tópicos, señalando que los ingleses "tienen una verdadera cultura del motorsport", mientras que el aficionado español apoya al piloto nacional de turno y el "tifosi italiano medio apoya incondicionalmente a la Scuderia Ferrari, a veces en un modo irracional".

A pesar de la experiencia, sus raíces tiran con fuerza. "Como salmantino, me encanta mi ciudad, su gente y sus tradiciones. Para una persona tan ligada a sus raíces como yo, estar lejos de casa no es fácil, pero vivir en el extranjero te hace crecer como persona", reconoce.

Lo que más valora de su trabajo es haber vivido de primera mano la "americanización del deporte europeo" desde que Liberty Media adquirió la F1. "Aunque las oficinas sigan estando en Londres, la F1 moderna es, en toda regla, un gigante americano. La F1 se presenta como un producto dinámico en constante evolución y nos enseña que el deporte europeo tiene el potencial para mirar al futuro", reflexiona.

El periplo italiano de Adrián Llamazares está llegando a su fin. "Mi etapa en Italia está llegando a su fin, en los próximos meses me embarco en un proyecto deportivo nuevo en España. Es un concepto de evento completamente innovador, muy diferente a lo que hasta ahora estábamos acostumbrados en Europa", concluye, abriendo la puerta a una nueva y prometedora etapa profesional en su país.