La iniciativa busca preservar el patrimonio cultural y convertir esta costumbre en un motor turístico para el mundo rural durante los meses de invierno. En el acto se ha premiado a Berrocal de Salvatierra y Los Santos por la calidad de sus celebraciones.
La Diputación de Salamanca ha presentado una nueva edición, la octava, del Circuito de las Fiestas de la Matanza Tradicional, una iniciativa que se ha consolidado como un pilar fundamental para la dinamización del mundo rural y la preservación del patrimonio cultural de la provincia. Con la participación de 87 municipios, casi una cuarta parte del total, el certamen busca convertir una de las tradiciones más arraigadas en un potente motor turístico y social, especialmente durante los meses de invierno.
El diputado de turismo, Juan Carlos Zaballos, ha sido el encargado de desgranar los detalles de este evento, que ha calificado como "un clásico" que, lejos de perder interés, se fortalece cada año. En su intervención, ha subrayado el valor multifacético de la matanza, que va más allá de lo gastronómico. "Son muchos los aspectos que este circuito o certamen de matanzas protegen y ponen en valor, tales como nuestro patrimonio inmaterial, cultural y de tradiciones", ha afirmado Zaballos.
Uno de los ejes centrales del programa es su capacidad para unir a distintas generaciones. Para los más pequeños, representa una oportunidad única de descubrir una costumbre que no vivieron de primera mano, mientras que para los mayores es una forma de recordar, enseñar y transmitir un legado. "Es la fiesta tradicional de la matanza, es participativa para todas las generaciones", ha destacado el diputado, explicando que este rito no solo era una parte clave del sustento familiar, sino también un acto social. "Aquello era una forma de vida, una parte importante del sustento, pero que también en el ámbito familiar era una fiesta y motivo para encontrarse muchas familias, ayudarse y al final alimentar esa amistad".
El certamen se enmarca dentro del plan estratégico de turismo de la Diputación, un plan que, según ha adelantado Zaballos, cumplirá pronto diez años y será sometido a un análisis para evaluar su eficacia y resultados. El objetivo es claro: generar riqueza en el territorio y combatir la estacionalidad del sector.
En este sentido, el diputado ha lanzado una invitación directa para que salmantinos y visitantes planifiquen escapadas de fin de semana en torno a estas celebraciones. "Invito a todos los que quieran planificar en invierno un fin de semana que busquen estos municipios, que participen y vean de esta fiesta tradicional de la matanza, que pasen un fin de semana en la provincia, que generen pernocta", ha señalado. La idea es que el turismo se convierta en un motor de desarrollo para el mundo rural, aprovechando la dispersión geográfica de los eventos.
La oferta es transversal y abarca toda la provincia, permitiendo combinar la asistencia a una matanza con la visita a los principales enclaves turísticos salmantinos. Desde las sierras de Béjar y Francia, pasando por el patrimonio mudéjar de Peñaranda y Alba de Tormes, las "catedrales mudéjares" de La Armuña, la dehesa del Campo Charro o el paisaje de las Arribes del Duero. "Toda una provincia muy versátil, y ahora con las matanzas podemos contribuir a darle más versatilidad y, sobre todo, ayudar a la desestacionalización de la oferta turística", ha añadido.
Como cada año, el certamen reconoce a los municipios que destacan por su esmero en la organización. En esta edición, los galardonados han sido Berrocal de Salvatierra, con su alcalde Manuel Ramos, y Los Santos, con su alcaldesa Manuela Rodríguez. Zaballos los ha felicitado por su esfuerzo y ha detallado los criterios de valoración, que incluyen "la organización del evento, el respeto a las tradiciones, la gastronomía, la ambientación, el vestuario, otras actividades complementarias y, por supuesto, la calidad y presentación del documento gráfico y su difusión".
Finalmente, el diputado ha querido poner en valor la figura de los maestros de ceremonias, como Maite y José, presentes en el acto. Ellos son los encargados de relatar y guiar el proceso en cada pueblo para asegurar que la tradición se mantenga intacta. Con humor, ha reconocido el desafío que a menudo enfrentan. "Estoy convencido que se encuentran con muchos problemas, porque, claro, como hay gente que lleva muchos años haciendo matanza en los municipios, seguro que no falta el paisano del municipio que dice, sugiere, 'eso se hace de otra manera'", ha concluido.
