La memoria audiovisual de Castilla y León al alcance de todos: así puedes acceder a los fondos de la Filmoteca

La Filmoteca de Castilla y León, guardiana de la memoria visual de la comunidad, se consolida como un archivo abierto a cualquier ciudadano interesado en su patrimonio. Lejos de ser un repositorio hermético, la institución ha fomentado un sistema accesible para que la historia de la región, tejida con millones de imágenes, esté al alcance tanto de investigadores como de particulares curiosos, un hecho que ha provocado un notable aumento de las peticiones en los últimos años.

Ubicada en la histórica Casa de las Viejas, en la calle Doña Gonzala Santana de Salamanca, desde su creación en 1991, la Filmoteca no solo conserva un vasto legado, sino que promueve activamente su consulta. Dependiente de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, y con el apoyo del Ayuntamiento y la Diputación de Salamanca, se ha convertido en una referencia indispensable en materia de fotografía, cine y medios audiovisuales.

El interés por la fotografía histórica ha experimentado un crecimiento significativo, y con él, la demanda de acceso a sus fondos. El procedimiento para iniciar una consulta es sencillo y se adapta a las necesidades del usuario. "Normalmente, muchas consultas las recibimos a través del correo de la Filmoteca", explica a SALAMANCArtv AL DÍA un trabajador de la institución, quien confirma que las peticiones se han incrementado "muchísimo en los últimos dos años". Esta vía, junto con un formulario disponible en su página web, es el principal punto de contacto.

La 'Casa de las Viejas', un guardián con historia propia

La sede de la Filmoteca se encuentra en un céntrico edificio con una rica historia, conocido popularmente como la Casa de las Viejas o antiguo Colegio de la Caridad. Su historia se remonta al siglo XVII, cuando fue construida por Bartolomé Caballero Torquemada, capellán de la Real Clerecía de San Marcos. Una inscripción en una toza atestigua que su capilla fue consagrada en 1620, y en su testamento, el fundador legó la casa para que fuera destinada a asilo de viudas, función que mantuvo durante siglos.

Mucho antes de albergar fotogramas y películas, el edificio tuvo usos muy diversos a lo largo del siglo XX. Uno de los más recordados por los salmantinos fue el de fábrica de hielo, una actividad que coexistió con el asilo desde la posguerra hasta la década de los 70. Posteriormente, en 1987, fue la sede de la Fundación Salamanca, creada para impulsar la candidatura a la Capitalidad Europea de la Cultura.

Tras ser rehabilitada por la Diputación de Salamanca en 1986, se convirtió definitivamente en la casa del audiovisual de Castilla y León. Hoy es un centro de indudable prestigio que custodia un fondo bibliográfico de 27.000 ejemplares y un fondo fílmico y videográfico de 32.480 documentos.

¿Cómo puede cualquier ciudadano consultar los fondos?

El acceso a la memoria fotográfica de Castilla y León es un derecho para cualquier ciudadano. Visualizar los fondos, revisar los libros publicados o consultar los materiales en la propia sede no requiere de ninguna condición especial. "Para verlos y saber qué hay puede venir cualquier ciudadano", recalca el trabajador. El único requisito es la curiosidad y el interés por la historia.

El proceso cambia cuando el objetivo es obtener una copia digital para su uso en publicaciones, artículos o proyectos de investigación. En ese caso, el procedimiento es más formal, aunque la Filmoteca facilita la gestión:

• Solicitud formal: El interesado debe solicitar la copia digital de las imágenes que necesita.
• Pago de tasas: Es necesario abonar una tasa estipulada por la Junta de Castilla y León para la reproducción de materiales.
• Autorización del propietario: La Filmoteca se encarga de tramitar la autorización con el propietario del fondo, actuando como intermediaria para garantizar que se respetan los derechos de propiedad de los archivos.

Una vez completado el trámite, la entrega de las copias digitales se realiza mediante enlaces de descarga o, si el volumen es considerable, los interesados pueden acudir a la sede con sus propios discos duros. Este sistema dual garantiza tanto la protección del material como la facilidad de acceso.

Los tesoros de Salamanca: los archivos más demandados

Dentro del vasto archivo que custodia la Filmoteca, que cuenta con cerca de 300 colecciones fotográficas, los fondos salmantinos ocupan un lugar preeminente en cuanto a popularidad. Al ser preguntado por los más consultados, la respuesta es clara: "Pues diría que el de Venancio Gombau, Cándido Ansede o Huebra, que son de Salamanca".

Junto a ellos, también destacan otros fondos de gran relevancia regional como el archivo Mayorga de Ávila o el de Regueira en Segovia, lo que demuestra el alcance autonómico de la institución. La motivación de los usuarios es variada: desde investigadores que buscan ilustrar publicaciones hasta ciudadanos particulares, a menudo personas mayores, que buscan reencontrarse con los escenarios de su infancia o simplemente ver "cómo era antes la calle".

Donar para preservar: cómo aportar a la memoria colectiva

La Filmoteca no solo es un lugar de consulta, sino también un organismo vivo que sigue creciendo gracias a las aportaciones de los ciudadanos. Cualquier persona que posea archivos de interés histórico puede ponerse en contacto con la institución para realizar una donación.

"Nos traen fotografías antiguas de sus abuelos o de otros particulares y lo cogemos todo, porque al final es historia de Castilla y León", afirma el portavoz. No solo se aceptan fotografías o películas; también son bienvenidas donaciones de objetos como cámaras de fotos antiguas y otros aparatos que ayudan a contextualizar la historia de la imagen. De hecho, la sede alberga la exposición permanente 'Artilugios para fascinar', integrada por las colecciones de Basilio Martín Patino, Luis González de la Huebra y otros fotógrafos.

El proceso de donación es formal y transparente. Se valora cada aportación, ya que el espacio de almacenamiento es limitado y la conservación de negativos requiere condiciones específicas de temperatura y humedad. Una vez aceptada, se redacta un acta oficial que funciona como un inventario de lo que se entrega, garantizando la correcta catalogación y custodia del material cedido.

Un futuro digital y más accesible

Con la mirada puesta en el futuro, la Filmoteca de Castilla y León ya está trabajando en mejorar aún más la accesibilidad de sus fondos. "Estamos trabajando en un repositorio público para que en un futuro esté en una plataforma de la Junta de Castilla y León que se llama SIEGA (Sistema Integral Electrónico de Gestión de Archivo)", adelanta el trabajador de la Filmoteca. Este paso permitirá que la consulta de la memoria visual de la región sea todavía más directa e intuitiva, consolidando el papel de la institución como pilar en la preservación y difusión del patrimonio.