El responsable del centro analiza las claves de un modelo que elimina barreras geográficas, de edad y de discapacidad, destaca el modelo de máxima responsabilidad del alumno, el papel de la UNED para fijar población y los retos del nuevo curso 2025/26
La UNED de Zamora encara el nuevo curso con una cifra de alumnado que se estima similar a la del año anterior, con algo más de 1.500 estudiantes, y con su filosofía fundacional más vigente que nunca. Antonio Rodríguez, director del centro, subraya que la institución nació con un propósito claro: "Garantizar la igualdad de oportunidades de personas en territorios". Este principio sigue siendo el pilar de un modelo educativo que combina máxima flexibilidad con una alta exigencia, y que se ha consolidado como una herramienta clave contra la despoblación.
El perfil del alumnado es un reflejo de esta diversidad. Al tradicional estudiante de entre 25 y 40 años que retomaba su formación, se suma ahora un nuevo perfil. "Estamos notando que está surgiendo también el del chico que termina la evaluación de acceso a la universidad y que decide no marchar de su casa y seguir estudiando", explica Rodríguez. Esta elección responde a dos motivos: la preferencia por la metodología de la UNED o, en muchos casos, por ser la única universidad pública sin nota de corte, lo que la convierte en una vía de acceso fundamental para cursar la carrera deseada.
Para Antonio Rodríguez, el valor diferencial de la universidad reside en su capacidad para derribar barreras. "Se puede estudiar con nosotros desde el rincón más recóndito de la sierra de la misma forma que si estuvieses viviendo en la Gran Vía de Madrid", afirma. Esta eliminación de las barreras geográficas se complementa con la diversidad de edad, ya que en sus aulas "se sienta a hacer el examen una persona de 18 años al lado de una de 50 con total normalidad".
Pero donde este compromiso se hace más patente es en la atención a la discapacidad a través de su unidad UNIDIS. "Seis de cada diez alumnos universitarios con discapacidad en España estudian en la UNED", destaca el director. El objetivo, aclara, no es facilitar un aprobado, sino garantizar una competición justa. "Nos adaptamos totalmente a la discapacidad de cualquier persona, pero no para rebajar el nivel, sino subiendo sus posibilidades para que estén en igualdad de condiciones que el resto", explica. Las adaptaciones van desde exámenes con letra ampliada hasta la realización de pruebas en el domicilio del alumno en casos excepcionales, un aspecto del que Rodríguez se siente "realmente más orgulloso".
Más allá de lo académico, la UNED también tiene otro valioso impacto social. Según su director, es una herramienta eficaz para fijar población cualificada. "La mayor parte de nuestros alumnos, una vez que terminan su carrera, se quedan trabajando en el entorno", afirma. La razón es que el propio modelo de estudio, a menudo compaginado con un trabajo, arraiga a los estudiantes en su lugar de residencia.
La metodología de la UNED es su seña de identidad, combinando tutorías y clases presenciales y online con múltiples recursos, pero deposita todo el peso sobre el estudiante. "Nuestro sistema se basa en que traslada toda la responsabilidad al alumno", subraya Rodríguez. No existe una evaluación continua obligatoria y el estudiante goza de total libertad para organizar su tiempo.
Esta libertad, no obstante, culmina en un examen final que no admite concesiones. "El examen es el examen y va a tener que hacer frente, y no son fáciles", advierte. A diferencia de la enseñanza presencial, donde el temario puede variar por distintas circunstancias, en la UNED se examina la totalidad del programa publicado. "Entra absolutamente todo", sentencia.
Esta exigencia es la causa principal de lo que Rodríguez califica como "un problema que no somos capaces de resolver": el abandono en las primeras matrículas. "Muchos alumnos, por la ilusión de hacer una carrera, se matriculan en todas las asignaturas. Pero luego, la vida no le da tiempo para estudiar", lamenta.
Por ello, su recomendación es clara: empezar con pocas asignaturas y, sobre todo, buscar asesoramiento. "Que nos llamen, que se pongan en contacto con nosotros", insiste, recordando que se puede obtener información en el centro de Zamora, así como en los puntos de Salamanca (Espacio Joven), Ciudad Rodrigo o Béjar.
La UNED ofrece un total de 30 grados, de los cuales el centro de Zamora tutoriza 23. Entre los más demandados se encuentran Psicología, Derecho o Administración y Dirección de Empresas. Para este curso, la principal novedad es la implantación de dos dobles grados combinados: Derecho y Trabajo Social, y Sociología y Políticas, que implican cursar ambas carreras de forma completa.
A raíz de las sugerencias de algunos alcaldes, Rodríguez hace un llamamiento especial a quienes abandonaron los estudios a los 16 años. El curso de acceso a la universidad, destaca, equivale al Bachillerato y permite acceder a puestos de trabajo que de otro modo estarían vetados. "Mejora tus expectativas laborales, porque lo que ya haces lo puedes seguir haciendo, pero además vas a poder acceder a una serie de puestos que hoy no puedes", insiste.
Antonio Rodríguez recuerda que el plazo de matrícula para los cursos de acceso y todos los grados finaliza, en principio, el próximo 22 de octubre. Aunque a veces se prorroga, aconseja "no confiarse" y realizar los trámites lo antes posible para poder subsanar cualquier error a tiempo.
La matrícula se realiza de forma online, si bien se ofrece ayuda y orientación en los puntos de información. Con precios asequibles que "llevan como 15 años sin subir" y facilidades como el pago fraccionado, la UNED se presenta como una opción para quienes buscan alcanzar sus metas académicas.
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