La especialista en Ginecología del Hospital HM Santísima Trinidad de Salamanca analiza los síntomas, mitos y avances para afrontar esta etapa, animando a las mujeres a no normalizar el malestar y a buscar apoyo profesional
La menopausia representa el fin de la etapa fértil en la vida de una mujer, un proceso biológico natural que, sin embargo, sigue rodeado de mitos y desinformación. Con motivo del Día Mundial de la Menopausia, la Dra. Hortensia García Briz, especialista en Ginecología en el Hospital HM Santísima Trinidad de Salamanca, subraya la importancia de abordar esta fase con conocimiento y sin tabúes. “La menopausia es un periodo en la vida de la mujer que se caracteriza por el cese definitivo de la menstruación, confirmado tras un año completo sin regla”, explica, pero insiste en que los síntomas que afectan a la calidad de vida no deben ser aceptados como algo inevitable.
Este proceso supone “el final de la etapa fértil y está motivada por cambios hormonales, así como cambios físicos, emocionales y sociales”. Los efectos, aclara, “varían en cada mujer, ya que algunas apenas notan síntomas, mientras que otras pueden necesitar apoyo médico. Contar con información adecuada es fundamental para comprender estos cambios y aprender a adaptarse a ellos de la mejor manera posible”.
Según la Dra. García Briz, la edad media de aparición en España se sitúa alrededor de los 50 años. Sin embargo, existen casos que requieren una atención especial. “Si ocurre antes de los 40, hablamos de un fallo ovárico prematuro, lo que requiere la realización de distintas pruebas diagnósticas. Entre los 40 y 45 años se considera menopausia prematura y, generalmente, es necesario pautar un tratamiento individualizado para prevenir posibles complicaciones en el futuro”, detalla.
Las preocupaciones más habituales que las mujeres salmantinas llevan a la consulta están relacionadas con cómo estos cambios afectarán a su día a día. Los síntomas más frecuentes incluyen sofocos, alteraciones del sueño, cambios de humor o sequedad vaginal.
“Muchas de ellas vienen a consulta preocupadas sobre cómo afectarán estos cambios a su vida diaria, a su sexualidad o a su salud general”, comenta la especialista.
Aunque no es lo más común, la aparición de la menopausia en mujeres jóvenes es una realidad que requiere un abordaje específico. “El porcentaje no es muy elevado”, aclara la doctora, pero “las mujeres menores de 40 años que presentan cese de la menstruación durante un año y con niveles hormonales elevados padecen lo que denominamos fallo ovárico prematuro”. Al no ser un proceso fisiológico, “requiere un estudio más exhaustivo con otras pruebas complementarias”.
Este diagnóstico, añade, “tiene además un impacto significativo en la fertilidad, algo especialmente relevante hoy en día, ya que muchas mujeres retrasan la maternidad y buscan conservar la posibilidad de ser madres”.
La disminución de estrógenos durante la menopausia no solo causa síntomas visibles, sino que también incrementa el riesgo de ciertas patologías. “Las patologías más importantes que aumentan en este periodo son las cardiovasculares, las reumáticas y la osteoporosis”, advierte la doctora.
Además, los cambios en el peso son una preocupación común. “Durante la menopausia, es habitual que las mujeres experimenten un aumento de peso. La disminución de los estrógenos provoca cambios en la distribución de la grasa, muy diferente a la de la etapa fértil, aumentando el perímetro de la cintura, lo que a su vez aumenta el riesgo cardiovascular”. Por ello, es frecuente derivar a las pacientes a nutricionistas para un plan personalizado.
Uno de los mayores obstáculos para una menopausia saludable es la normalización de síntomas que tienen tratamiento, un problema que, según la Dra. García Briz, lleva a muchas mujeres a sufrir en silencio. La doctora critica que síntomas como el sofoco, que “afecta a la calidad de vida”, los problemas sexuales o la incontinencia urinaria se consideren “algo normal” e “inevitable” cuando, en realidad, “no deben ser un tabú”. Además, desmonta otro mito crucial al advertir que “no siempre es así” que estos síntomas sean debidos exclusivamente a la menopausia, por lo que insiste en la importancia de “realizar pruebas diagnósticas que descarten otras posibles causas” antes de atribuir automáticamente cualquier malestar a esta etapa vital.
Respecto al miedo a la terapia hormonal, aclara: “Aunque muchas pacientes lo rechazan por miedo o por información contradictoria, la terapia hormonal puede ser segura y muy eficaz, si se indica de forma individualizada y siempre bajo seguimiento médico”.
Para dar respuesta a todas estas necesidades, el Hospital HM Santísima Trinidad cuenta con una Unidad de la Mujer que trabaja con un enfoque multidisciplinar. “En esta etapa la prevención es fundamental”, señala la doctora. La Unidad dispone de servicios avanzados como la Medicina Regenerativa para tratar problemas como la incontinencia, la atrofia genital o la sequedad vaginal, empleando tecnología de última generación como el láser de CO2, radiofrecuencia Indiba, plasma rico en plaquetas o ácido hialurónico.
Además, la atención se complementa con un servicio de fisioterapia especializada en suelo pélvico, que “ayuda a mejorar la fuerza, el control y la funcionalidad de esta zona, contribuyendo significativamente a la mejora de la calidad de vida”.
Históricamente un tema tabú, la menopausia empieza a tratarse con mayor naturalidad. La Dra. García Briz percibe un cambio claro en la sociedad. “En los últimos años, la mujer ha conseguido romper barreras y acudir a las consultas compartiendo problemas y síntomas que antes resultaban difíciles de tratar o incluso eran tabú”, celebra. Por ello, anima a las pacientes “a que acudan a las consultas de Ginecología para resolver todas sus dudas”.
La prevención y los hábitos de vida son cruciales. La especialista destaca que “mantener hábitos de vida saludables influye en la calidad de vida de la mujer en todas sus etapas”. Las claves son mantener una alimentación equilibrada y un control nutricional, la práctica de ejercicio regular, combinando fuerza y cardio. También es importante mantener el control del estrés así como evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol; y una suplementación adaptada a cada paciente.
La Dra. Hortensia García Briz concluye con una recomendación clara: “Mi mensaje principal es que no hay por qué enfrentar esta etapa sola ni normalizar los síntomas. Lo recomendable ante
los primeros signos es acudir al especialista en Ginecología”. La prevención, a través de revisiones y un estilo de vida saludable, es la mejor herramienta. “Establecer una relación de confianza con el ginecólogo para poder hablar con libertad, es clave para mantener la calidad de vida en todas las esferas”, concluye.