Michel Poulain, co-creador de las Zonas Azules, ha explicado cómo ciertos territorios del mundo han convertido la longevidad en una realidad compartida, detallando que no depende solo de la genética o la medicina, sino también de factores sociales, culturales y comunitarios
El demógrafo belga Michel Poulain, uno de los mayores referentes mundiales en el estudio de la longevidad, ha detallado en Salamanca los factores que permiten a ciertas comunidades del mundo alcanzar una edad excepcional con una alta calidad de vida. Su intervención, enmarcada en el ciclo 'Conversaciones en Salamanca' del CENIE, subraya que los hábitos saludables y los fuertes lazos sociales son más determinantes que la propia genética para añadir no solo años a la vida, sino también calidad a esos años.
El encuentro ha sido organizado por el Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE), una iniciativa promovida por la Fundación General de la Universidad de Salamanca. La sesión, que ha tenido lugar este miércoles, 15 de octubre, ha sido introducida y moderada por el escritor y periodista Jesús Ruiz Mantilla, continuando un ciclo por el que ya han pasado figuras internacionales como Juan Carlos Izpisúa, Tom Kirkwood o Aubrey de Grey.
Durante su conferencia, titulada 'Zonas Azules: el arte de vivir más y mejor en sociedades que envejecen', Poulain ha explicado cómo en territorios tan dispares como Cerdeña (Italia), Okinawa (Japón) o Nicoya (Costa Rica), la longevidad no es un fenómeno fortuito. Es el resultado de estilos de vida consolidados, redes comunitarias sólidas y una cultura del cuidado que sostiene el bienestar de sus habitantes a lo largo del tiempo.
Esta iniciativa forma parte del proyecto Nuevas Sociedades Longevas, aprobado dentro del Programa Interreg VI-A, España-Portugal (POCTEP), 2021-2027, y cuenta con financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). El objetivo es aplicar las enseñanzas de estas comunidades para construir sociedades más cohesionadas y saludables.
Desde el CENIE han destacado la relevancia de la visita del experto: “El doctor Poulain nos ha demostrado a través de las Zonas Azules que la longevidad no es solo una cuestión de genética o de avances médicos, sino también de cómo vivimos, de cómo nos cuidamos unos a otros y de cómo construimos nuestra comunidad. Nuestro compromiso es trabajar para que la longevidad consciente sea un proyecto viable”.
El profesor emérito de la Universidad Católica de Lovaina compartió con el público los siete principios fundamentales que ha identificado en las Zonas Azules y que su organización, Living Blue Zone, busca transferir a los territorios modernos. Según Poulain, estas son las claves:
El concepto de Zonas Azules se convirtió en un referente mundial después de que Michel Poulain, junto al investigador Gianni Pes, identificara en el año 2000 la primera de estas áreas en la isla de Cerdeña. Allí observaron una concentración excepcional de hombres centenarios con una admirable calidad de vida.
Posteriormente, su investigación se extendió a otros lugares del planeta como Okinawa (Japón), Nicoya (Costa Rica) y Loma Linda (Estados Unidos). En todos ellos, validó científicamente la edad de centenarios y supercentenarios, demostrando que su longevidad era el resultado de factores compartidos relacionados con el estilo de vida, los vínculos sociales y la cultura del cuidado.
El Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE) se define como un centro de conocimiento sobre la longevidad que coopera estrechamente con instituciones de España y Portugal. Su misión es impulsar la investigación y la innovación social para cambiar la percepción sobre la relación entre la edad, la economía y la sociedad.
A través de proyectos científicos, formativos y culturales, el CENIE busca situar la longevidad en el centro del debate público. El reto, según la institución, no es solo prolongar la existencia, sino asegurar que esa extensión del tiempo se traduzca en vidas más activas, saludables y participativas, convirtiendo la revolución demográfica en una oportunidad de bienestar compartido.