FOTOS | La nueva vida de Martín Galván: la intrahistoria de su fichaje por el Santa Marta por un amigo, pensó en la retirada, ahora es entrenador...

El Santa Marta se ha convertido en una de las revelaciones en el arranque de la temporada en el grupo 8 de Tercera RFEF, y gran parte de esa nueva ambición lleva el nombre de Martín Galván. El futbolista mexicano, un viejo conocido de la afición salmantina, ha encontrado en el San Casto un nuevo hogar donde seguir disfrutando del fútbol sin renunciar a su proyecto de vida: Salamanca. En una charla con este periódico, Galván ha desgranado las claves del buen momento del equipo, su sorprendente salida del Salamanca UDS y cómo un cumpleaños infantil fue el motivo de su fichaje por el club tormesino.

El equipo dirigido por Mario Sánchez ocupa la zona alta de la clasificación, un lugar poco habitual para el club en los últimos años. Para Galván, el éxito no es casual. "Hemos venido trabajando muy bien. Creo que el equipo ha entendido la idea del míster y el cómo jugar", ha explicado. A pesar de ser una plantilla prácticamente nueva, la cohesión ha sido rápida. "Vamos cogiendo esa idea, se va notando en el campo y lo importante es que la mantengamos para seguir peleando ahí arriba", ha añadido, consciente de que este rendimiento puede sorprender. "Es lo que he tratado también de transmitir a mis compañeros y al cuerpo técnico, que nos lo creamos y que sigamos por ese camino".

Un verano de incertidumbre y un fichaje inesperado

Para entender su llegada al Santa Marta hay que retroceder al verano. Su no continuidad en el Salamanca UDS fue un golpe inesperado que trastocó todos sus planes. "Yo independientemente del fútbol, tenía o tengo un plan de vida con mi familia y ese plan era estar aquí en Salamanca", ha confesado. La noticia le dejó en una situación compleja. "Me cae de sorpresa lo del Salamanca de que no sigo y sí fue complicado en su momento, porque yo no tenía esos planes", ha relatado.

La incertidumbre fue tal que llegó a sopesar colgar las botas, a pesar de sentirse en plena forma. "Me empezaron a surgir dudas sobre lo que yo iba a hacer a nivel personal", ha admitido. Aunque tenía ofertas de España y México, su prioridad era inamovible: no moverse de Salamanca. "Me lo planteé, me lo planteé el hecho de decir, bueno, pues sí, igual esta vez tendría que dejar jugar fútbol y ver qué es lo que sigue", ha revelado sobre aquellos momentos difíciles.

El contacto con el Santa Marta surgió de la manera más casual. "Creo que a través de un amigo, de un padre de un compañero de la escuela de mi hija", ha recordado. Una conversación en el cumpleaños de un amigo de su hija fue el origen de todo. Tras ese primer contacto, se reunió con Mario y Astu. "El proyecto que me platicó Astu me gustó, es un club familiar", ha señalado. El acuerdo fue sencillo, priorizando el proyecto deportivo y familiar sobre el económico.

Salamanca, su lugar en el mundo

La decisión de Galván de buscar equipo en la provincia responde a un profundo vínculo personal y familiar con la ciudad. "Salamanca es algo que se ha metido mucho en mí, y por eso es que quiero hacer vida por aquí", ha afirmado con rotundidad. Un cariño que nació en su primera etapa en la ciudad y que ahora comparte con su familia. "Mi esposa está encantada también, muy contenta, mis hijos están contentos, están bien y también le están cogiendo cariño a lo que es Salamanca".

Líder en el campo y ahora también en el banquillo

En el vestuario del Santa Marta, Galván ha encontrado un grupo que le ha sorprendido gratamente. "Te encuentras a mucha gente muy buena, muy trabajadora y muy profesional también", ha destacado, rompiendo con la posible imagen de un equipo más informal. Junto a otros veteranos como Coque, Razvan o Chopi, ha asumido un rol de liderazgo que el propio Astu le pidió. "Trato de tomarme ese compromiso, de tomar la batuta, de ser un líder en lo que yo pueda ser", ha comentado sobre su papel como ejemplo para los más jóvenes.

Esta nueva etapa también le ha abierto las puertas de los banquillos. Galván forma parte del cuerpo técnico de un equipo cadete del club como segundo, una faceta que ya exploró brevemente en el Salamanca UDS durante cinco meses cuando era más joven, pero que ahora afronta con más madurez. "Es algo que no descarto el día de mañana, es algo que me gusta", ha asegurado. Compaginar ambas tareas no es fácil. "Es complicado compaginarlo cuando estás activo", ha reconocido, detallando una rutina que le lleva a pasar jornadas largas en las instalaciones del club, desde las dos y media de la tarde que sale de casa hasta las ocho.

Una adaptación a contracorriente

El cambio más drástico en su día a día ha sido el horario de los entrenamientos, que ahora son por la tarde. "Es la primera vez en mi vida que me toca entrenar a estas horas", ha explicado. Acostumbrado a ejercitarse por las mañanas también en México, esta nueva rutina ha alterado su vida familiar y hasta sus ritmos biológicos. "Son cosas que parecen tonterías, pero realmente no lo son", ha dicho. Pese a la dificultad, lo asume con profesionalidad: "No creo que me vaya acostumbrando, pero bueno, adaptarme, sí".

Una mirada sin rencor al Salamanca UDS

Finalmente, al ser preguntado por su pasado en el Salamanca UDS, Galván ha hablado sin acritud pero con sinceridad. No guarda una "espinita clavada", pero sí reconoce la sorpresa que le causó su salida. "Sí me sorprendió, no me lo esperaba. Todavía tenía contrato un año y mi plan personal era retirarme ahí", ha confesado. Se queda con lo bueno, con una estadística personal que incluye dos ascensos y momentos importantes. "Fueron cosas que yo nunca entendí, pero ya está. Al final, todo pasa por algo", ha concluido. Hoy, se considera "un fanático más del club" y se alegra de su buen momento: "Siempre le voy a desear el bien a Salamanca".