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Panhispanismo, unidad y hermandad
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Al cabo de la calle

Panhispanismo, unidad y hermandad

Actualizado 11/10/2025 09:19

Entre el 14 y el 17 del corriente mes de octubre se celebrará en Arequipa, Perú, el X Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) organizado, conjuntamente, por la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) la Real Academia Española, el Instituto Cervantes y el país anfitrión, Perú. Estos encuentros del CILE son fundamentales como testimonio, a la vez que mecanismo impulsor del panhispanismo en el mundo.

La ciudad de Arequipa tiene sobrada experiencia y tradición en la organización de grandes eventos. No en vano, en el año 2000, la Unesco reconoció el casco histórico de Arequipa como “Patrimonio Cultural de la Humanidad”. Fundada el 15 de agosto de 1540 con el nombre de “Villa Hermosa de Nuestra Señora de la Asunta de Arequipa», el 25 de septiembre de 1541 y por medio de una real cédula de Carlos I, pasó a denominarse «Ciudad de Arequipa». También es conocida Arequipa como “Ciudad Blanca” debido a su arquitectura construida con piedra de sillar volcánica blanca, o como “Capital Jurídica del Perú”, por encontrarse allí la sede del Tribunal Constitucional.

Durante el periodo virreinal de la Época Moderna, Arequipa adquirió importancia por su papel económico, estatus que conserva actualmente. De igual forma, fue y sigue siendo importante en el ámbito de las letras. Entre las frases elogiosas para con esta hermosa ciudad, presentes en la literatura, se encuentra una en la obra La Galatea de Miguel de Cervantes, en la que menciona a la ciudad, poniéndola en boca de otro poeta español, Diego Martínez de Rivera, refiriéndose a ella como “En Arequipa, eterna primavera”.?

En nuestro tiempo contemporáneo es preciso destacar los aportes de Arequipa, alumbrando al mundo de las letras con figuras de la talla de Mario Vargas Llosa, arequipeño y uno de los grandes por su contribución al panhispanismo lingüístico. Visitar la Casa Museo, lugar donde nació este Premio Nobel de Literatura (2010) y ser recibido por un Vargas Llosa virtual, es entrar en contacto con un mundo casi inabarcable, como lo es el Panhispanismo.

Quien suscribe, no puede sino estar orgulloso y mencionar el haber recibido en septiembre de 2017 y de manos del Alcalde de la Honorable Municipalidad Provincial de Arequipa, en nombre de la Ciudad, la Condición Honorífica de “Visitante Distinguido”, en el marco del XXXII Congreso Interamericano de Relaciones Públicas.

Cada vez es más frecuente el uso del prefijo “pan” en la formación de nombres y adjetivos con un sentido grande, de conjunto o totalidad, en coherencia con su origen del griego pan que significa “todo”. Tal y como indica la ortografía académica, al escribirlo unido a un nombre o adjetivo surge un nuevo término, por ejemplo: panhispánico (de pan e hispánico), panamericano (de pan y americano) Son términos de uso frecuente en el lenguaje cultural, político y literario. Siempre se escribe junto, nunca separado por un guion (pan-árabe) esto no resulta adecuado.

Nosotros nos centraremos en el término de “panhispanismo”, su origen, contexto y contenido. Este vocablo siempre ha hecho referencia o ha tenido en cuenta la lengua, en la medida en que esta es el denominador común de un conjunto de territorios en los que se utiliza el castellano o español de manera preponderante.

Aunque a la mayoría nos suena el término por el “Diccionario Panhispánico de dudas”, el vocablo tiene un amplio contenido perteneciente o relativo al conjunto de países que hablan la lengua española. Pero es más que la lengua, es un movimiento que promueve la unidad, la cooperación y la solidaridad entre esos países hispanihablantes en el ámbito cultural, económico y social.

El vocablo “panhispanismo” es coetáneo de otros análogos como pangermanismo, paneslavismo o panlatinismo, aunque apareció unas décadas más tarde que estos y en el momento en que España perdía los últimos territorios de Ultramar allá a finales del siglo XIX. A lo largo del siglo XX, el término “panhispanismo” convivió con otras palabras parecidas, pero no equivalentes, por tener estas un significado más restringido, tales como iberoamericanismo, hispano-americanismo, hispanismo, hispanidad, hispanoafricanismo o hispanojudaísmo. El panhispanismo siempre ha tenido en cuenta la referencia a la lengua.

En el primer Congreso de Instituciones Hispánicas realizado en Madrid en 1963, se revitalizó el término, pero fue en el III Congreso Internacional de la Lengua Española realizado en noviembre de 2004 en Rosario, Argentina, dónde tomó vigor el vocablo “panhispanismo” bajo el lema del Congreso "Identidad lingüística y globalización". Este congreso reunió a más de cien especialistas para debatir sobre el presente y futuro del idioma español.

Fue el mismo año 2004 cuando se publicó el fascículo sobre “La nueva política lingüística panhispánica”, en el que se redefinía la política lingüística de la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) A partir de ese momento, tanto la RAE como la ASALE, ya no perseguirían como su función la pureza de la lengua sino su unidad, manteniendo y teniendo en cuenta las variedades o especificidades internas del idioma o su posible evolución.

Como resultado de esa nueva política lingüística en octubre de 2005 se publicó el “Diccionario panhispánico de dudas”, una obra de consulta que aclara la norma del español y orienta sobre el uso lingüístico con el objetivo de mantener la unidad de la lengua. Contiene más de 7.000 entradas que dan respuestas claras y argumentadas a las dudas más habituales en el lenguaje.

Consecuentemente, el vocablo “panhispanismo” es cada vez más utilizado en el discurso de las instituciones dedicadas a la lengua y a la cultura hispánicas. Así como en los discursos de personalidades públicas, la prensa, la enseñanza y, desde luego, en la investigación sobre la historia de los mundos de habla hispana o en relación con los aconteceres en torno a ello.

Obviamente y como no podía ser de otra manera, debido a la amplia diversidad que abarca, tanto la noción como la realidad del panhispanismo están sometidas a tensiones, derivadas y encuentros diversos en relación con otras lenguas. Especialmente con las lenguas indígenas o minoritarias en los diferentes territorios de habla hispana, pero también con la lengua inglesa, sin olvidar las variedades dentro del mismo idioma español.

En la historia de la lengua española es fundamental el proceso de la independencia y constitución de las repúblicas americanas a partir de finales del segundo decenio del siglo XIX. Ese fue un momento crítico en el que se vaticinaban augurios de fragmentación lingüística, semejantes a lo que ocurrió con el latín tras la caída del Imperio Romano. Pero no fue así, las nuevas repúblicas soberanas de América a la vez que consolidaban el estado, la nacionalidad y las instituciones, abordaron el reto de instruir a la ciudadanía y para todo ello creyeron de utilidad el castellano o español como mecanismo de integración nacional, unidad y cohesión social.

Tal vez por todo ello, una de las primeras instituciones que todos los países consolidaron fue su respectiva Academia de la Lengua en torno al idioma castellano. Así, podríamos decir que el español de hoy, en cuanto que lengua y aspecto fundamental del panhispanismo, no es tanto por la presencia de España en América como por la independencia de los países hermanos.

Según el Anuario del Instituto Cervantes, en 2024 los hablantes del idioma español sobrepasaron los 600 millones de personas en todo el mundo. La comunidad hispanohablante con dominio nativo de la lengua rozaba los 500 millones y la proporción de hablantes con dominio nativo era del 93,63 % de la población. En ese mismo año, más de 24 millones de personas aprendían español en el mundo.

Esos son algunos de los parámetros que facilita el panhispanismo, junto con las ideas de que el español ya no depende de un solo centro de poder, sino que cada región donde se habla tiene sus propias peculiaridades, pero dentro de una globalización de la cultura y la lengua hispánica, así como una contribución a la unidad y la integración de los pueblos hermanos que la hablan.

Escuchemos a Riki Rivera en La Lengua:

https://www.youtube.com/watch?v=jc-Sf06FZbQ

Aguadero@acta.es

© Francisco Aguadero Fernández, 10 de octubre de 2025

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