La Junta de Castilla y León ha presentado una reforma integral de su operativo de incendios que afectará a casi 2.200 empleados.
La Junta de Castilla y León ha presentado este viernes un ambicioso plan para la transformación estructural de su operativo de prevención y extinción de incendios forestales. La propuesta, que será aprobada en las próximas semanas, incluye medidas históricas como el reconocimiento oficial de la calificación de Bombero Forestal, la consolidación de un dispositivo estable durante todo el año y la creación de un nuevo Cuerpo de Agentes Medioambientales en el Grupo B.
Estas actuaciones, impulsadas desde la Consejería de la Presidencia, tienen como objetivo reforzar la profesionalización del operativo, mejorar las condiciones laborales y garantizar el carácter público del servicio. Según el consejero, Luis Miguel González Gago, “con estas medidas, vamos a dar un paso firme en la modernización y profesionalización de un colectivo esencial para la protección de nuestro entorno natural”.
El consejero ha destacado que la reforma busca "reconocer su nivel de responsabilidad, dignificando su labor, y ofreciendo nuevas oportunidades de desarrollo profesional". El plan afectará directa y positivamente a casi 2.200 empleados públicos de la Junta de Castilla y León que trabajan en el ámbito de los incendios forestales.
En cumplimiento de la Ley Básica de Agentes Forestales y Medioambientales de noviembre de 2024, se creará el Cuerpo de Agentes Medioambientales en el Grupo B. Esta medida busca reconocer la elevada responsabilidad técnica de estos profesionales.
Además, se estudiará la funcionarización de los empleados de la categoría de Celador de Medio Ambiente, que podrán pasar a ser Agentes Medioambientales mediante promoción interna.
Uno de los cambios más significativos es la conversión de los actuales puestos de fijos discontinuos en puestos a jornada completa durante todo el año. Esta medida, que según González Gago "supondrá una mejora sustancial en la estabilidad del empleo público", afectará a las siguientes categorías:
El trabajo de este personal abarcará no solo la extinción, sino también tareas de prevención, mantenimiento de infraestructuras, vigilancia y restauración de las zonas afectadas.
En respuesta a una "demanda histórica del sector", la Junta reconocerá oficialmente la calificación de Bombero Forestal para todos los empleados públicos con funciones directas en la lucha contra el fuego. Esta medida se hará efectiva antes de finalizar 2025 mediante una modificación de las relaciones de puestos de trabajo.
Este reconocimiento, que cumple con la Ley Básica de Bomberos Forestales, no es solo simbólico, sino que conlleva importantes mejoras:
“Reconocer esta figura garantiza a estos profesionales un marco jurídico y laboral acorde a la dureza, especialización y riesgo de sus funciones: es una cuestión de justicia profesional”, ha subrayado el consejero.
La Junta también se ha comprometido a que todo el dispositivo de incendios sea desarrollado por profesionales del sector público. Esta transición se implantará de forma paulatina entre los años 2026 y 2028, manteniendo solo servicios privados para casos excepcionales como pilotos o mecánicos de medios aéreos.
Finalmente, se implementará un plan de formación específico a través de la Escuela de Administración Pública, en colaboración con la Consejería de Medio Ambiente y el Centro para la Defensa contra el Fuego de León, para asegurar la profesionalización continua del personal.
El Gobierno autonómico ha expresado su confianza en "la buena voluntad negociadora" de los representantes de los trabajadores para sacar adelante estas medidas, esperando que prime el compromiso con la mejora de las condiciones de estos servidores públicos.