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La terapia con animales exóticos despierta sonrisas y recuerdos en los mayores de Gerialba
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Día Mundial de los Animales

La terapia con animales exóticos despierta sonrisas y recuerdos en los mayores de Gerialba

Actualizado 05/10/2025 11:59

Los residentes pudieron interactuar directamente con fauna exótica como un dragón barbudo, una serpiente, un zorro y aves rapaces, en una experiencia que despertó emociones y demostró los beneficios de la zooterapia.

El silencio habitual de la mañana en la residencia Gerialba se ha visto interrumpido este viernes por un murmullo de expectación y sorpresa. No era una visita cualquiera; eran plumas, escamas y un pelaje suave que llegaban para transformar la rutina en una aventura inolvidable. Con motivo de la celebración del Día Mundial de los Animales, , el centro ha organizado una jornada excepcional de la mano de Isla Tortuga Avesaurio, acercando la fauna más exótica y fascinante a sus mayores en un encuentro que ha despertado sonrisas, curiosidad y emociones a flor de piel.

Una celebración con un propósito claro

El Día Mundial de los Animales es una fecha marcada en el calendario para promover los derechos y el bienestar del reino animal. Lejos de limitarse a un recordatorio pasivo, la residencia Gerialba ha decidido llevar su significado un paso más allá, creando una experiencia inmersiva y terapéutica. La iniciativa buscaba no solo entretener, sino también estimular los sentidos, evocar recuerdos y generar nuevas conexiones emocionales en los residentes, demostrando el poderoso vínculo que puede establecerse entre humanos y animales, sin importar la edad.

Para esta misión, han contado con los expertos de Isla Tortuga Avesaurio, un proyecto dedicado a la divulgación y educación ambiental a través del contacto directo con la fauna. Su llegada al centro ha sido el pistoletazo de salida para una mañana donde el asombro ha sido el gran protagonista.

La terapia con animales exóticos despierta sonrisas y recuerdos en los mayores de Gerialba | Imagen 1

Un desfile de fauna exótica y cercana

El espectáculo, o más bien la sesión de terapia y aprendizaje, ha contado con una diversidad de especies que ha cautivado a todos los presentes. Como si de un arca de Noé se tratara, los profesionales de Isla Tortuga Avesaurio han presentado a sus singulares compañeros. "Nos han explicado y nos ha dado datos de cada animal", comentaban desde Gerialba, subrayando el componente didáctico de la jornada. No se trataba solo de ver, sino de comprender y respetar.

Han desfilado ante la atenta mirada de los mayores un imponente dragón barbudo, una serpiente, una tortuga gigante y hasta un pequeño zorro.

Interacción directa: tocar, sentir y participar

La clave del éxito de la jornada ha radicado en la interacción. Los mayores no han sido meros espectadores, sino participantes activos. La barrera entre el público y los animales se ha desvanecido, permitiendo un contacto directo y seguro. "Los abuelos lo han podido tocar, se han podido poner la serpiente", explicaban desde el centro. Este contacto físico es fundamental en las terapias asistidas con animales, ya que estimula el tacto, reduce el estrés y genera una sensación inmediata de bienestar y confianza.

El momento culminante ha llegado con las cuatro aves rapaces. Lejos de ser una exhibición distante, se ha buscado la implicación de los residentes. "También ha hecho algún vuelo con las aves rapaces, en el que los abuelos han colaborado también", señalaban, describiendo cómo la emoción crecía al ver a estas magníficas aves volar tan cerca, convirtiendo a los mayores en cetreros por un día.

Más que un evento: una terapia para el alma

Iniciativas como la vivida en Gerialba van mucho más allá del entretenimiento. La zooterapia, o terapia asistida con animales, está reconocida por sus múltiples beneficios en personas mayores. Fomenta la actividad física y cognitiva, mejora el estado de ánimo, combate la sensación de soledad y estimula la memoria, evocando recuerdos de mascotas o experiencias pasadas con animales.

El simple acto de acariciar a un animal puede reducir la presión arterial y liberar endorfinas, las conocidas como hormonas de la felicidad. Para personas con deterioro cognitivo o demencia, estas interacciones pueden ser una poderosa herramienta no verbal de comunicación y conexión con el entorno. La jornada en Gerialba ha sido un claro ejemplo de cómo la naturaleza, en su forma más pura, puede convertirse en la mejor de las medicinas.