Denuncian insalubridad e inseguridad por un acampado en la zona de la avenida Reyes de España desde hace tres meses

Una situación que se ha enquistado durante más de tres meses ha llevado al límite la paciencia y la tranquilidad de los vecinos del barrio de Tenerías, en Salamanca. Lo que comenzó con la llegada del buen tiempo como la instalación de una persona sin hogar en un banco de la avenida Reyes de España se ha convertido, según denuncian, en un foco de insalubridad e inseguridad que perturba la vida diaria de la comunidad, especialmente de los más vulnerables: los niños y los ancianos.

Todo ha comenzado antes del verano, aproximadamente en el mes de junio. Una persona se instaló en un banco situado en un punto neurálgico de la zona, justo enfrente del colegio de las Jesuitinas y al lado de un quiosco-panadería muy frecuentado en la avenida Reyes de España. Lo que al principio podía parecer una presencia temporal, pronto se ha transformado en un campamento improvisado. "Tenía varias maletas, un carro grande de supermercado donde guarda infinidad de enseres, mantas, y luego cartones que utiliza a modo de cabaña o refugio", ha explicado una de las vecinas afectadas a SALAMANCArtv AL DÍA.

La improvisada vivienda no solo ha ocupado el mobiliario urbano, sino que ha generado un profundo sentimiento de desasosiego entre los residentes. La convivencia se ha visto alterada por problemas que van más allá de la mera ocupación del espacio público.

Un "gravísimo problema de inseguridad"

El principal temor que han expresado los vecinos es la sensación de inseguridad. La apariencia y el comportamiento de esta persona han provocado que actividades cotidianas se conviertan en una fuente de ansiedad. "Hay un gravísimo problema de inseguridad. Yo tengo un hijo de 10 años, y mi niño iba a comprar el pan él solito, bajaba a comprar, y ahora le da muchísimo miedo porque está esa persona ahí", ha relatado una madre con evidente preocupación. Este miedo no es exclusivo de los más pequeños; personas mayores también han manifestado su inquietud al pasar por la zona.

La preocupación se ha intensificado recientemente, ya que los vecinos han podido comprobar que esta persona se desplaza con un objeto contundente. "Tiene una barra de hierro, porque hemos podido comprobar que este señor camina con una barra de hierro", han asegurado, un detalle que ha disparado todas las alarmas y ha aumentado la urgencia de su denuncia.

Insalubridad y un olor "insoportable"

Al problema de la inseguridad se suma una cuestión de salud pública. Según el testimonio vecinal, la persona acampada realiza sus necesidades fisiológicas en la vía pública, concretamente en la zona de los contenedores de basura. Esta práctica ha generado una situación insostenible, especialmente durante los meses de más calor.

"El olor era insoportable, olor de orines y de otras cosas. Nosotros tenemos que echar la basura ahí y, con el calor, el olor que desprendía aquello era tremendo", ha detallado una residente. La insalubridad se ha convertido en un problema constante que afecta directamente a la calidad de vida de todo el vecindario.

Desesperación vecinal

Desesperados, los vecinos han acudido a la Policía Local en varias ocasiones. Sin embargo, la solución ha sido siempre temporal y frustrante. Los agentes acuden al lugar tras la llamada, hablan con la persona y esta abandona el lugar, pero solo por un breve periodo de tiempo. "Cuando se llama a la Policía, acude, este señor se va un día o dos, pero vuelve", han lamentado. Este ciclo de intervención y regreso ha generado una sensación de impotencia y abandono entre los afectados.

Con la llegada del frío, la situación ha cambiado de ubicación, pero no ha desaparecido. La persona ha trasladado su campamento desde el banco de la avenida Reyes de España a un rincón más resguardado en una calle perpendicular, en el número 6 de la calle Santa Brígida, junto al portal de una comunidad de propietarios. El patrón, sin embargo, se repite: "Ayer se llamó a la policía, vinieron por la mañana, se lo llevaron, y a las doce estaba allí otra vez".

La ordenanza municipal, un texto que se sienten ignorado

En su búsqueda de soluciones, los vecinos han consultado la Ordenanza Municipal sobre Protección de la Convivencia Ciudadana del Ayuntamiento de Salamanca. Consideran que la situación actual infringe varios de sus artículos. Citan, por ejemplo, el artículo 15, que prohíbe "hacer las necesidades fisiológicas en las vías públicas", y el artículo 16, que prohíbe "acampar en las vías y o espacios públicos" y "utilizar los bienes públicos y el mobiliario urbano para fines distintos de aquellos a los que estén destinados".

Sintiéndose amparados por la normativa, no entienden por qué no se aplica una medida definitiva. "Queremos una solución a esta problemática. Es una problemática que se lleva enquistando más de 3 meses", han concluido, haciendo un llamamiento a las autoridades competentes, ya sea la policía o los servicios sociales, para que intervengan de forma eficaz y devuelvan la normalidad a un barrio que solo pide poder vivir en paz, con seguridad y en condiciones de salubridad.