En Clínicas Simarro, centro especializado con más de 15 años de experiencia en el estudio y tratamiento del lipedema sin cirugía, se aborda la enfermedad desde una perspectiva integral, que tiene en cuenta tanto los síntomas físicos como el bienestar emocional de las pacientes.
Aunque el lipedema es una enfermedad crónica que afecta directamente al tejido graso, sus efectos no se limitan al cuerpo. El impacto emocional y psicológico que conlleva vivir con esta patología puede ser igual de incapacitante que los síntomas físicos, especialmente cuando el diagnóstico se retrasa o no se comprende la verdadera naturaleza del problema.
Muchas mujeres con lipedema reciben durante años consejos médicos y sociales erróneos: “haz más ejercicio”, “come menos”, “es tu constitución”. Estas afirmaciones, lejos de ayudar, alimentan una frustración constante, ya que el aumento de volumen en piernas y brazos no responde a los métodos habituales de pérdida de peso. Esto genera una sensación de incomprensión, culpa y aislamiento.
El lipedema puede afectar de forma directa a la autoimagen. La desproporción corporal, la dificultad para encontrar ropa adecuada, el dolor crónico o la hinchazón visible hacen que muchas mujeres eviten mostrar sus piernas, acudir a la playa o hacer vida social. La ansiedad, la vergüenza o incluso los síntomas depresivos son reacciones frecuentes, y no siempre se relacionan con la enfermedad de forma consciente.
Uno de los mayores problemas del lipedema es que suele pasar años sin ser diagnosticado. Este retraso no solo empeora los síntomas físicos, sino que prolonga la incertidumbre y el sufrimiento mental. En muchos casos, las pacientes no reciben un diagnóstico certero hasta haber visitado múltiples profesionales. En ese tiempo, su bienestar emocional se deteriora.
Si bien el lipedema no tiene cura, existen tratamientos que mejoran significativamente la calidad de vida. Además del enfoque médico, cada vez más expertos coinciden en que el apoyo psicológico debe formar parte del abordaje integral de la enfermedad. Validar la experiencia emocional de la paciente, ofrecer información clara y trabajar la autoestima es tan importante como tratar el dolor o la inflamación.
Reconocer el lado invisible del lipedema es fundamental para ofrecer una atención más humana, empática y efectiva. El primer paso, siempre, es el diagnóstico adecuado.
En Clínicas Simarro, centro especializado con más de 15 años de experiencia en el estudio y tratamiento del lipedema sin cirugía, se aborda la enfermedad desde una perspectiva integral, que tiene en cuenta tanto los síntomas físicos como el bienestar emocional de las pacientes.