Un aspecto diferenciador de los Tratamientos de Dorsia para perder peso es la reeducación alimentaria que ofrecen, junto con el acompañamiento emocional. Muchas personas asocian la comida con el estrés, la ansiedad o incluso con etapas vitales difíciles.
La vuelta de vacaciones siempre trae consigo una mezcla de sensaciones: por un lado, la nostalgia de los días de descanso; por otro, la oportunidad de empezar de nuevo con más energía. Es el momento perfecto para plantearse cambios de hábitos que vayan más allá del simple “perder los kilos ganados en verano” y se centren en algo mucho más valioso: recuperar el bienestar a través de una alimentación consciente, equilibrada y sostenible, como la que proponen los tratamientos de Dorsia enfocados en nutrición personalizada.
La clave para conseguirlo está en apoyarse en profesionales que no solo diseñen un plan de nutrición personalizado, sino que acompañen el proceso de manera integral, con seguimiento cercano y una reeducación alimentaria efectiva. Y en este terreno, los Tratamientos de Dorsia se han consolidado como referentes para quienes buscan un cambio real y duradero.
Uno de los grandes errores al hablar de “dieta” es reducir el concepto únicamente a bajar de peso. En realidad, mejorar la alimentación supone mucho más: dormir mejor, tener más energía, equilibrar las emociones y ganar confianza en uno mismo por los retos que obtienes en tu día a día.
En la Unidad de Nutrición, Sobrepeso y Obesidad de Clínicas Dorsia, formada por 150 nutricionistas y 170 psicólogos, los planes se diseñan de forma totalmente personalizada, adaptándose al momento vital y a las necesidades concretas de cada paciente.
La primera consulta consiste en una evaluación integral donde el especialista recopila información sobre antecedentes médicos, hábitos alimentarios y de estilo de vida, así como objetivos personales. Se realiza una valoración del estado nutricional (peso, composición corporal, parámetros básicos) y se identifican las necesidades específicas de cada paciente. A partir de los datos recogidos, se diseña un plan de alimentación inicial y se establecen metas realistas, así como la frecuencia de los seguimientos y acompañamiento que se recibirán durante el proceso.
Los seguimientos se adaptan a las necesidades del paciente y se centran en el control de progresos y reeducación alimentaria. El objetivo no es pasar hambre ni seguir dietas restrictivas, sino aprender a comer bien, integrar nuevos hábitos y perder peso sin efecto rebote. Gracias a este acompañamiento integral, se pueden perder hasta 20 kilos, pero lo más importante es que los resultados se mantienen en el tiempo si estás comprometido con el tratamiento.
Un aspecto diferenciador de los Tratamientos de Dorsia para perder peso es la reeducación alimentaria que ofrecen, junto con el acompañamiento emocional. Muchas personas asocian la comida con el estrés, la ansiedad o incluso con etapas vitales difíciles. Aprender a gestionar esos momentos es tan importante como elegir los alimentos adecuados.
Por eso, los nutricionistas de Dorsia trabajan de la mano con cada paciente para ofrecer no solo pautas de alimentación, sino también herramientas que ayuden a controlar la ansiedad, reconocer las señales de hambre real y emocional y disfrutar de la comida sin culpa. Esta reeducación nutricional es la que asegura que los cambios se conviertan en un estilo de vida saludable y no en un esfuerzo pasajero.
Existen casos en los que los planes de nutrición tradicionales no son suficientes. Para ellos, Dorsia ha desarrollado un innovador programa médico y nutricional que combina un plan personalizado con la prescripción de un tratamiento farmacológico inyectable semanal (siempre que el facultativo lo considere).
Estos inyectables, siempre recetados bajo supervisión médica y tras una valoración experta, ayudan a regular el apetito, prolongar la sensación de saciedad y disminuir la ansiedad por la comida. Los resultados se notan desde la primera semana, con pérdidas de hasta 20 kg sin cirugía.
El programa está indicado para personas con obesidad (IMC superior a 30) o sobrepeso si hay al menos una comorbilidad asociada (y con IMC superior a 27). Suele indicarse a pacientes que no han respondido a estrategias convencionales y siempre con seguimiento médico y nutricional, y con un seguimiento psicológico muy recomendable.

El éxito de los Tratamientos de Dorsia no se mide solo en kilos perdidos, sino en la transformación global del paciente. Mejorar la alimentación impacta en la calidad del sueño, el estado de ánimo, la energía diaria y la autoconfianza. Y todo ello redunda en un mayor bienestar físico y emocional.
Para quienes necesiten otro tipo de alternativas, Dorsia cuenta con otras opciones como el balón gástrico o técnicas de reducción de estómago sin cirugía. Lo fundamental es que cada persona encuentre el tratamiento que mejor se adapte a su situación y que lo haga acompañada por profesionales de primer nivel, con más de 20 años de experiencia y más de 35.000 casos de éxito a sus espaldas. Pide tu valoración en Clínicas Dorsia: la primera consulta es gratuita.