Texto de Manuel Lamas y voz del vídeo de Felipe Andrés Pedraz
El fuego ha penetrado, ardiente, en tus entrañas
quemando con violencia recursos y esperanzas.
Al fondo, junto al valle, la tierra devastada;
fue herida por el rayo o por la mano ingrata.
Se encoje el corazón, el alma sufre y calla,
al ver la Madre Tierra maltrecha y desolada.
¿Por qué mueren los bosques de forma despiadada?
¿Acaso es el castigo por nuestras malas prácticas?
La Madre tierra llora, sus lágrimas arrastran
la tierra ennegrecida y la ceniza blanca.
Abajo en la hondonada, por el fuego abrasados,
perecen los cultivos con el ganado manso.
Si en todo hay un motivo, y no falta la causa.
¿Por qué sufre la tierra heridas tan amargas?
Al mirar, entristecido, el paisaje abrasado
arde en mi interior la vida con el fruto y el ganado.
Y la memoria vuelve a recobrar, intacto,
un fuego enloquecido, que no apaga mi llanto.
Cuidemos nuestros montes, limpiemos sus estancias,
aquí, donde vivimos, La Madre Tierra manda.
Autor: Manuel Lamas Sánchez
Voz: Felipe Andrés Pedraz