Piden un nuevo modelo de fiestas en Salamanca que incluya a los barrios y proteja el patrimonio

Un programa "sin esencia", centralizado hasta el extremo y que ha permitido un "maltrato" al patrimonio monumental de la ciudad. Este ha sido el duro balance que el Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Salamanca ha realizado sobre las recién concluidas Ferias y Fiestas de la capital. Los concejales José Luis Mateos y María García han comparecido para desgranar una crítica contundente a un modelo festivo que, a su juicio, está completamente "agotado" tras tres décadas de gobierno del Partido Popular.

El portavoz socialista, José Luis Mateos, ha sido el encargado de abrir la valoración, lamentando que las fiestas patronales se hayan convertido en un evento predecible y desconectado de la propia identidad salmantina. "El Partido Popular ha convertido las ferias y fiestas de la ciudad de Salamanca en un espacio sin esencia", ha sentenciado Mateos. Según el edil, el equipo de gobierno ha tenido treinta años para innovar y conectar con las tradiciones locales, pero en su lugar, ha optado por "reproducir un espectáculo genérico que, insistimos, podía celebrarse en cualquier otro sitio".

Para los socialistas, esta falta de autenticidad provoca que los salmantinos no se sientan partícipes, sino "meros espectadores de un programa prefabricado y repetitivo". La crítica no se ha quedado en el contenido, sino que también ha apuntado directamente a la distribución geográfica de las actividades.

Una celebración que da la espalda a los barrios

Uno de los ejes centrales de la denuncia del PSOE ha sido la extrema concentración de los eventos en el centro de la ciudad, dejando a los barrios prácticamente al margen de la celebración. Mateos ha señalado que se han programado "apenas 5 o 6 actividades en barrios", una cifra que considera insuficiente y que evidencia un profundo desequilibrio territorial.

"Parece como si en San José no hubiera habido ferias y fiestas, de hecho, prácticamente no las ha habido, como si en Pizarrales no las hubiera habido", ha ejemplificado el portavoz. Esta política de centralización, según el PSOE, impide que una gran parte de la ciudadanía pueda "disfrutar y reconocerse como ciudad" en sus propias fiestas, generando una desconexión entre el programa oficial y la vida en los barrios.

Suciedad, vandalismo y un patrimonio "maltratado"

La concejala María García ha tomado el relevo para centrarse en las consecuencias más visibles y, a su juicio, más graves del modelo festivo actual: el impacto sobre el patrimonio y la limpieza de la ciudad. García ha descrito una imagen desoladora de los espacios monumentales durante y después de las fiestas, hablando de "auténticos ríos de pis" y de una suciedad que ha llegado a ser vergonzosa.

"Se nos llena la boca hablar del patrimonio y maltratamos totalmente el patrimonio", ha afirmado con rotundidad. La concejala ha criticado duramente la falta de vigilancia y de limpieza intensiva, asegurando que las promesas de incrementar la seguridad en recintos monumentales "han brillado por su ausencia". La estampa de lugares emblemáticos como la Casa de las Conchas, con sus escaleras repletas de vasos y platos, ha sido calificada por García como "patética y penitente", una situación que, ha dicho, "nos ha dado vergüenza, vergüenza".

Además, ha señalado que la evaluación del éxito de las fiestas por parte del Ayuntamiento parece limitarse a medir "la cantidad de personas por la cantidad de basura", sin realizar un análisis serio de la calidad de la programación o del impacto real en la ciudad. En este sentido, también ha denunciado la existencia de una "política misógina que escandaliza" y que vulnera la ley de igualdad, un problema sobre el que, asegura, el gobierno municipal "toma nota, pero no se resuelve".

Hacia un nuevo modelo de fiestas

Ante este diagnóstico, el Grupo Socialista ha concluido que el modelo festivo actual está obsoleto. "El modelo que tenemos de feria está agotado, entonces hay que buscar otras alternativas que sean compatibles con que los vecinos puedan descansar, con la limpieza de los mismos monumentos", ha explicado María García. La propuesta del PSOE pasa por abrir un diálogo con sectores clave, como las asociaciones de hostelería, para consensuar un nuevo formato.

Este nuevo modelo debería, según los socialistas, arriesgar, renovar y buscar la autenticidad que ahora se echa en falta. Plantean la posibilidad de descentralizar eventos hacia otras zonas como las riberas del río o áreas arboladas, siempre que se garantice un servicio de transporte público adecuado para evitar el colapso de la ciudad. En definitiva, el PSOE ha reclamado unas fiestas en las que los salmantinos puedan sentirse orgullosos y partícipes, y no meros espectadores de un programa que, en su opinión, ya no representa ni respeta a Salamanca.

Fotos de David Sañudo