Fruto del 'Proyecto Pigargo' de GREFA, que ha logrado la reproducción en solo cuatro años y con apenas 25 ejemplares liberados, un éxito avalado por la UICN que consolida la recuperación de esta rapaz
La biodiversidad española celebra un momento histórico: el nacimiento en 2025 del primer pollo de pigargo europeo (Haliaaetus albicilla) en estado salvaje desde que la especie se extinguiera en el país. El acontecimiento ha tenido lugar en el norte de Castilla y León y representa el éxito rotundo del Proyecto Pigargo, liderado por la organización GREFA (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat) desde 2021.
Este logro, que ha obtenido el aval internacional de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), marca un antes y un después en la recuperación de especies autóctonas extinguidas en España y Europa. El nacimiento se ha producido en un tiempo récord de cuatro años y con apenas una veintena de ejemplares reintroducidos.
Los progenitores del pollo, un macho que ya ha sido marcado con GPS, son Pimiango (macho) y Mansolea (hembra), dos pigargos de cuatro años de edad reintroducidos por el proyecto. Sus nombres rinden homenaje a la localidad asturiana de Pimiango, que acoge la base del proyecto, y a su dialecto.
Para garantizar la seguridad y tranquilidad de esta pareja primeriza y su cría, la ubicación exacta del nido no ha sido revelada. El éxito de esta primera reproducción ha sido posible gracias a la colaboración de la Junta de Castilla y León y el apoyo técnico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).
El Proyecto Pigargo se puso en marcha en 2021, tras la inclusión de la especie en el 'Listado de especies extinguidas en todo el medio natural español' en 2018. Desde entonces, se han liberado 25 ejemplares procedentes de Noruega.
"Hay que felicitarse y celebrar como todo un éxito el nacimiento de este primer pollo con poco más de veinte ejemplares liberados y en tan solo cuatro años de proyecto, un resultado emocionante y motivador que nos permite confiar en que se produzcan más reproducciones la próxima temporada", indica Ernesto Álvarez, presidente de GREFA.
El nacimiento es el resultado de un arduo trabajo de campo. Un equipo de GREFA, con el apoyo de voluntarios, dedicó más de quinientas horas de seguimiento durante la primavera y el verano de 2025. El proceso comenzó con la construcción del nido en un roble en febrero, la incubación a finales de marzo y el nacimiento del pollo a principios de mayo.
Una fecha clave fue el 18 de julio, cuando el pollo "saltó" del nido. "Tras el salto del nido el pollo estuvo diez días en el suelo musculando y ejercitando las técnicas de vuelo, mientras sus progenitores se mantenían atentos y protectores, llegando incluso a disuadir a un zorro por aproximarse en exceso", explica Enrique Murciano, técnico de GREFA y responsable del proyecto. "Por fin, en un día ventoso y tras muchos intentos, alzó el vuelo y recorrió unos quinientos metros".
Desde entonces, el joven pigargo sigue siendo alimentado por sus padres mientras aprende las técnicas de pesca que le garantizarán su autonomía. Lorena Juste, bióloga de GREFA que coordinó las primeras acciones del proyecto, valora las implicaciones futuras de este nacimiento: "Esperamos que con el nacimiento de este esperado pollo la visión frecuente y normalizada del pigargo europeo como reproductor en España logre generar una conexión con la especie que permita retomar las liberaciones de individuos para asegurar su viabilidad a largo plazo en nuestro país", afirma.
El regreso del pigargo europeo, considerado el águila más grande del continente, tiene un impacto ecológico crucial. Como depredador, ayuda a controlar especies invasoras como la carpa, que es su presa principal en España. Además, sus hábitos carroñeros le confieren un papel de "policía sanitaria", eliminando cadáveres y previniendo la propagación de enfermedades. También actúa como bioindicador de la calidad de los ecosistemas acuáticos.
Este hito no habría sido posible sin una amplia red de apoyos. Entre las entidades colaboradoras destacan:
Desde GREFA, esperan que este éxito anime a reforzar el apoyo al proyecto, especialmente por parte del Principado de Asturias y el Gobierno de Cantabria, cuya colaboración inicial fue retirada.
El proyecto recibió un espaldarazo definitivo con un informe de la UICN que recomendaba mantener las liberaciones y el monitoreo. Este éxito en España se suma a otros proyectos similares en Francia, Inglaterra, Escocia e Irlanda, que buscan recuperar los antiguos territorios de esta rapaz en Europa occidental.
Duncan Halley, investigador del NINA, ha declarado: "Es muy alentador recibir la noticia del pollo de pigargo europeo nacido en España. El hecho de que aves que aún no han alcanzado el plumaje adulto hayan logrado sacar adelante a un pollo es un testimonio de las muy buenas condiciones que existen para la especie en el área de liberación".
El nacimiento de este pollo consolida al Proyecto Pigargo como una referencia internacional y abre un camino de esperanza para asegurar la viabilidad a largo plazo de esta majestuosa rapaz en los cielos de España.
GREFA (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat) es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro que gestiona un hospital de fauna salvaje en Majadahonda (Madrid). En sus más de 40 años de actividad GREFA ha atendido a más de 60.000 animales, hasta el punto de que su centro de recuperación de animales, dedicado a las especies silvestres de la fauna española, está considerado como uno de los más grandes y de más actividad de Europa en su especialidad.
Además, GREFA ha logrado consolidarse como referencia internacional gracias a sus proyectos destinados a la generación de biodiversidad, con especial atención a la fauna autóctona más amenazada o emblemática, como el pigargo europeo, el buitre negro, el águila de Bonelli o perdicera, el águila imperial ibérica, el milano real y el cernícalo primilla, entre otras, a través de un extenso catálogo de acciones, como cría en cautividad, reintroducción o reforzamiento de poblaciones silvestres, seguimiento vía satélite y vigilancia de nidos.