Carlos García Carbayo ha reafirmado el compromiso municipal para crear un ecosistema que retenga el talento investigador a través de nuevas infraestructuras tecnológicas y de biotecnología.
El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ha destacado este martes el “momento dulce” que atraviesan la ciencia, la investigación y la tecnología en la ciudad. Lo ha hecho durante su visita al Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBFG), un centro mixto de la Universidad de Salamanca (USAL) y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ubicado en el barrio de Huerta Otea.
“Se están dando las circunstancias óptimas para que nuestra ciudad saque pecho y presuma del trabajo que están haciendo sus científicos, sus investigaciones y sus jóvenes talentos”, ha recalcado el alcalde. García Carbayo ha subrayado que se ha generado una “unión de instituciones, universidades, centro de investigación, empresas e inversores” para crear en Salamanca el “caldo de cultivo necesario para que los jóvenes talentos puedan quedarse aquí a investigar, a innovar y a emprender”.
En este sentido, el primer edil ha recordado que el Ayuntamiento está poniendo “toda la carne en el asador” con la creación de una red de espacios municipales. Entre ellos se encuentran el Centro Tormes+, el Espacio de Innovación Tecnológica, el Centro de IA e Internet de las Cosas y la incubadora del sector ‘biotech’ Abioinnova. Además, ha anunciado que se crearán “otros dos centros en Chamberí y la actual Casa de la Juventud de Garrido y un Distrito Tecnológico en el espacio que ocupó el antiguo Merca”.
Por su parte, la directora del IBFG, Olga Calvo, ha puesto en valor la labor del instituto, donde los investigadores trabajan para responder a preguntas clave de la Biología. Según ha explicado, utilizan modelos de estudio que van desde organismos unicelulares como bacterias y levaduras, hasta cultivos celulares y ratones, contribuyendo así al progreso en Biomedicina y Biotecnología.
El IBFG es un referente en Castilla y León, siendo el centro que más proyectos de investigación del Plan Nacional ha obtenido en la última convocatoria y el que más proyectos del prestigioso European Research Council acumula en la región. Su historia se remonta a los años 70 en la Facultad de Biología, adquiriendo en 1985 su condición de centro mixto USAL-CSIC. En sus instalaciones se formó el prestigioso microbiólogo César Nombela, quien fuera presidente del CSIC.
Actualmente, el instituto cuenta con 25 grupos de investigación que trabajan en las áreas de Biología Funcional y de Sistemas, Biología del Genoma, Biomedicina y Biotecnología. El centro ostenta acreditaciones como Estructura de Excelencia de Castilla y León, Unidad de Excelencia de la USAL y los distintivos de excelencia ‘Josefa Barba’ y ‘Sagrario Martínez’ del CSIC. Su próximo objetivo es obtener la acreditación nacional de excelencia ‘María de Maeztu’.