La Policía Local también denunció a una persona por conducir sin carnet, a dos personas por arrojar vasos a la vía pública en la calle Padre Báñez y a otros dos conductores por hacerlo bajo los efectos del alcohol.
La madrugada de este sábado, 6 de septiembre, ha dejado un balance de diversas intervenciones por parte de la Policía Local de Salamanca. Los agentes tuvieron que actuar en varios puntos de la ciudad por infracciones de tráfico, tenencia de estupefacientes y actos de incivismo, destacando la localización del piloto de un dron que volaba de noche.
La seguridad vial fue uno de los focos de atención durante la noche, con varias actuaciones relacionadas con el consumo de alcohol y la falta de permiso de conducir. A las 00:43 horas un conductor arrojó una alcoholemia positiva de carácter administrativo en un control preventivo situado en el Paseo de Canalejas, a la altura del número 60.
A las 03:03 horas en la Avenida de La Aldehuela los agentes interceptaron a una persona que estaba conduciendo un vehículo sin haber obtenido nunca el permiso de conducción, lo que supone un delito contra la seguridad vial. Ya a primera hora de la mañana, a las 6:37 horas, se registró otra alcoholemia positiva en la Avenida de Villamayor.
Los agentes también llevaron a cabo dos intervenciones relacionadas con la tenencia de drogas, que se saldaron con las correspondientes denuncias administrativas. A las 02:38 horas, en la Avenida de La Aldehuela, se produjo un decomiso de sustancias estupefacientes. Más tarde, a las 06:47 horas, en la Avenida de Portugal, número 168, se realizó otro decomiso, especificándose en el parte que la sustancia intervenida era cocaína.
La incidencia más singular de la noche tuvo lugar a las 02:53 horas, cuando se detectó un dron volando en las inmediaciones de la calle Miguel Ángel. La Policía Local logró localizar al piloto del dispositivo en la cercana calle Villar Formoso y procedió a realizar el informe pertinente para esclarecer los hechos.
Por otro lado, a las 01:53 horas, una patrulla se desplazó a la calle Padre Báñez, número 22, por molestias generadas por ruidos. La intervención finalizó con la denuncia a dos personas por arrojar vasos a la vía pública, una infracción de las ordenanzas municipales de convivencia.