Los asistentes han disfrutado de una performance integrada por cinco colecciones cápsula de Fely Campo que inspiraron cinco pinchos y cócteles elaborados por los chefs más reconocidos de Salamanca, con una coreografía muy especial como hilo conductor
Un vestido azul y plata que se deshace en la boca convertido en cóctel. El movimiento de una bailarina que inspira la textura de una tapa. La moda, la danza y la gastronomía se han fundido este martes en Santa Marta de Tormes en una experiencia multisensorial que va mucho más allá de lo estético. Bajo el nombre 'Texturas en movimiento', el evento es la piedra angular de un ambicioso proyecto educativo: convertir la Escuela Municipal de Hostelería en una sede universitaria.
La cuarta edición de esta iniciativa, impulsada por el Ayuntamiento junto a la diseñadora Fely Campo y la propia escuela, se celebró en los jardines de las instalaciones municipales, congregando a reconocidos chefs de Salamanca y al prestigioso Instituto Superior de Danza Alicia Alonso.
Lo que ha comenzado como una celebración de la creatividad es, en realidad, una calculada declaración de intenciones. El alcalde de Santa Marta, David Mingo, ha sido claro sobre la estrategia que subyace a esta vanguardista iniciativa. "Yo de moda no sé nada, esta es la realidad", ha confesado Mingo. "Pero lo que sí sé es lo que queremos para Santa Marta, y lo que queremos es lo mejor".
Ese anhelo de excelencia se materializa en un objetivo que podría transformar el panorama educativo de la provincia. El evento busca atraer las miradas de instituciones para consolidar un proyecto ya en marcha. "Queremos obtener vinculación con la Universidad Pontificia, queremos obtener vinculación con la Universidad de Salamanca", ha detallado el alcalde. El fin último es que la Escuela de Hostelería, que ya presume de una tasa de inserción laboral cercana al 70%, pueda albergar titulaciones superiores. "¿Por qué mañana no podemos dar un grado universitario? Pues ese es el objetivo", ha sentenciado Mingo.
Mientras la visión estratégica se cuece en los despachos, el alma artística del proyecto reside en la imaginación de Fely Campo. Para la reconocida diseñadora, esta colaboración es una oportunidad para explorar nuevos territorios. "Es como para mí salir al recreo de mi trabajo", ha descrito con entusiasmo.
En esta edición, el concepto ha ido un paso más allá al incorporar la danza. Las creaciones de Fely Campo no fueron lucidas por modelos convencionales, sino por bailarinas del Ballet de Alicia Alonso, desplazadas desde Madrid para la ocasión. Este elemento supuso un desafío mayúsculo para el equipo de cocina. "El reto para los cocineros, que es un reto muy grande, es ver esas coreografías, han visto esos diseños, esos colores", ha explicado la diseñadora.
El resultado fue una sinestesia culinaria, donde cinco colecciones cápsula inspiraron cinco pinchos y cócteles. "Un cóctel azul y plata es difícil de plasmar en una copa, como está plasmado. Y cantidad de las tapas... hay una tapa en un verde que es idéntico al vestido", ha revelado Campo. La experiencia, según ella, es "meterte eso en la boca y verlo, ver esa explosión, como el color que estás viendo y el movimiento que estás viendo".
Uno de los aspectos más destacados del evento, y que el alcalde ha querido resaltar, es su viabilidad económica. 'Texturas en movimiento' se ha organizado de forma que es "prácticamente gratuito para el aAuntamiento", gracias a un modelo basado en aportaciones y colaboraciones. Esta gestión permite que un evento de alta calidad sirva como escaparate sin suponer una carga para las arcas municipales.
La velada estuvo amenizada con piezas de violín de Paganini y Ara Malikian, así como sonatas de Bach, y contó con interludios poéticos. La coordinación corrió a cargo de las concejalas Marta Labrador y Soraya.
En palabras del propio Mingo, estas iniciativas construyen el porvenir. "Estas cosas son piedras que en el futuro sientan un cimiento para que salga adelante un proyecto, y eso es fundamental", ha concluido. 'Texturas en movimiento' no es solo un desfile o una degustación; es la prueba de que en Santa Marta, el futuro se está diseñando, cosiendo y cocinando hoy.
Tras el paso inicial por el photocall, los asistentes a “Texturas en movimiento” han podido disfrutar de una performance integrada por cinco colecciones cápsula de Fely Campo que han inspirado cinco pinchos y cócteles elaborados algunos de los chefs más reconocidos de Salamanca, con una coreografía muy especial como hilo conductor del desfile.
FOTOS: DAVID SAÑUDO