El sector de apartamentos turísticos de Salamanca denuncia una gran incertidumbre por la nueva normativa municipal, pide que no sea retroactiva y reclama un diálogo urgente con el Ayuntamiento para garantizar la seguridad jurídica y la calidad del modelo turístico.
El sector de las viviendas y apartamentos turísticos de Salamanca ha vivido un verano de contrastes. A pesar de haber registrado un buen nivel de pernoctaciones, una creciente incertidumbre regulatoria y la falta de diálogo con el Ayuntamiento ensombrecen el futuro de muchos empresarios. Teresa Majeroni, presidenta de la Asociación de Empresas Salmantinas de Vivienda y Apartamentos Turísticos (AESVAT), analiza la situación del sector, donde reclama seguridad jurídica y una línea de comunicación directa con el consistorio para construir un modelo turístico de calidad y sostenible.
Aunque la temporada estival ha sido positiva en términos generales, Majeroni matiza el balance. “Hemos tenido un buen verano con bastantes pernoctaciones, pero sí se ha notado que algunos apartamentos lo han dejado, que ya no están de corta duración, sino de larga duración”, explica. Este cambio de modelo en algunas propiedades convive con una transformación en el perfil del visitante. Las estancias se han acortado drásticamente, mientras que el turista internacional ha ganado protagonismo. “Este verano son más pernoctaciones cortas, de una noche o de dos noches máximo, cosa que antes eran más largas”, detalla la presidenta de AESVAT. “Hay un alto porcentaje de extranjeros, porque al final la vida está subiendo mucho para todos y a los españoles nos pasa que estamos saliendo menos”.
El principal foco de preocupación para el sector es la nueva ordenanza municipal, actualmente impugnada y pendiente de resolución. La principal exigencia de AESVAT es clara: que la normativa no tenga carácter retroactivo. Majeroni defiende la legalidad de los apartamentos existentes, que fueron autorizados en su momento por la Junta de Castilla y León, la administración competente en materia de turismo.
Para ilustrar su postura, recurre a una analogía muy gráfica: “Si tú tienes un coche antiguo, no tienes que ponerle los ADAS, los sistemas de ayuda a la conducción, porque es antiguo y porque se homologó en su momento. Pues nosotros estábamos homologados por la Junta de Castilla y León, que es quien tiene la competencia de turismo, en su momento”. Por ello, rechaza frontalmente la etiqueta de “ilegales” que a veces se les atribuye. “Cuando hablan de apartamentos ilegales, no lo son. Son apartamentos legales conforme a la normativa que lo legalizó”, sentencia.
Ante este escenario, AESVAT extiende la mano al Ayuntamiento de Salamanca para abrir una vía de diálogo que, hasta ahora, no se ha producido. “Nos gustaría reunirnos con el Ayuntamiento. Yo creo que hablando se entiende la gente, igual que se ha reunido con la asociación de hosteleros”, reclama Majeroni. La asociación no solo busca exponer sus necesidades, sino también ofrecer una colaboración activa para mejorar la gestión turística de la ciudad.
Esta voluntad de cooperación ya se ha materializado con el gobierno regional. “Igual que hemos estado con el consejero de Turismo y él nos ha solicitado información para tener una estimación exacta de pernoctaciones o estancias medias, nosotros estamos abiertos a colaborar”, afirma. Proponen proporcionar datos precisos que ofrezcan una radiografía del sector más allá de las estadísticas del INE, permitiendo conocer en detalle cuántas personas se alojan en apartamentos y cuál es su impacto económico real.
La defensa de la no retroactividad se sustenta también en las importantes inversiones que los propietarios han realizado para mejorar la calidad de sus alojamientos. “Si nosotros hemos hecho una inversión en extintores, en aire acondicionado para que los huéspedes estén más a gusto... lo que no te pueden ahora es decir que ya no te vale”, argumenta Majeroni. La preocupación es que la nueva normativa deje en el aire todo ese esfuerzo por profesionalizar y ofrecer un servicio de excelencia.
Mirando al futuro, la presidenta de AESVAT prevé una reconfiguración del sector. Por un lado, observa que algunos propietarios particulares están abandonando el mercado. Por otro, detecta una nueva tendencia: la reconversión de antiguos locales comerciales en edificios completos de apartamentos turísticos. “Creemos que lo que se va a hacer es crear edificios enteros de apartamentos, que a las personas particulares las va a ir desplazando un poco el propio mercado”, vaticina. En este contexto, la profesionalización es clave, un objetivo que ha impulsado la creación de una federación que ya agrupa a las asociaciones de Salamanca, León y Burgos, y que busca expandirse a otras provincias. El fin último, concluye, es que “Salamanca, que es una ciudad preciosa, tenga unos alojamientos de calidad y dé una imagen todavía mejor”.