Alba Fest 2025: El rock volvió a rugir en Alba de Tormes

Ayer domingo 24 de agosto, la Plaza Mayor de Alba de Tormes se convirtió una vez más en el espacio que acoge una nueva edición del “Alba Fest”. Con varias ediciones a sus espaldas, este festival ya se ha consolidado como una cita imprescindible dentro de la programación de las fiestas de agosto y, es de agradecer, que ayuntamientos como el de Alba de Tormes sigan apostando por propuestas culturales que, con un presupuesto modesto, logran mantener viva la esencia del Rock and Roll (ese gran invento del siglo XX) a través de bandas que exploran distintas vertientes del mítico género.

Mención especial merece el reconocimiento a Víctor Durán, principal promotor de esta iniciativa, cuyo empeño ha sido clave para que “Alba Fest” se mantenga en el tiempo y se haya convertido ya en un referente de las fiestas albenses.

Después del emotivo pregón de fiestas, a cargo de la Peña Los Vikis, que celebraba su 40 aniversario y tras un primer Toro de fuego —sin buscapiés, por normativa contra incendios— que recorrió la Plaza Mayor, la música, por fin arrancó, con retraso, pasadas las once de la noche, con “Gautxori”, banda de punk-rock formada por Óscar González “Doc” (voz), Julián Mendizábal “Julk” (guitarra solista), Eduardo Hernández “Edupa” (batería), Dani “NackRock” (guitarra rítmica) y Alejandro Fernández “Sito” (bajo).

Comenzaron con una intro en clave de humor que pronto estalló en un punk furioso, cargado de crítica social. Letras subversivas y actitud combativa marcaron su paso por el escenario. Temas como “Pasión de Picoletos” y “Bobobo” hicieron vibrar a las cerca de 500 personas congregadas en la plaza. La banda, que lleva desde 2004 defendiendo el punk como bandera, no dejó indiferente a nadie: su sonido crudo y directo, su mensaje irreverente y su conexión con el público convirtieron su actuación en una descarga de energía. Cerraron con “La Tormenta” y “Salamancan”, dejando claro que el punk sigue teniendo voz propia y reivindicativa.

Puntualmente, a las 00:00 h, el segundo Toro de fuego volvió a recorrer la plaza, dando paso a un cambio de registro con la entrada de “Ruido de Fondo”, banda salmantina compuesta por Torru (voz), Pirri (guitarra), Ángel (guitarra), Txugo (guitarra), Pablo (bajo) y Jon (batería). Su propuesta rockera, directa y sin artificios, conectó rápidamente con el público. Desde los primeros acordes, desplegaron una actitud potente y vibrante, con un repertorio que combinó temas propios y versiones de clásicos del rock nacional.

Canciones como “Noche de rock and roll” (Barricada), “No puedo dejar el Rock” (Los Suaves) y “Dinero, Dinero” (Obús) encendieron los ánimos y mantuvieron la energía en lo más alto. Una banda que escupe rock and roll por los cuatro costados y que demostró que sabe cómo levantar una plaza y mantenerla en pie. Su sonido sólido y su entrega en el escenario fueron el puente perfecto de conexión en el el festival.

Ultratumba, un reencuentro con sus raíces

El broche final llegó con la última banda, los rompedores “Ultratumba”. Aquí me vais a permitir que me detenga, porque hablo en primera persona: este es un grupo muy vinculado a Alba de Tormes, y además yo mismo formé parte de su primera formación allá por 1996, hasta la grabación de la primera maqueta. Es inevitable que escriba con emoción: estos chicos han crecido entre nosotros, con raíces en Alba, Garcihernández, Villoria … y siempre con una conexión especial con esta villa.

De hecho, se podría decir que Ultratumba se han criado en el desaparecido bar La Mezquita, aquel mítico garito de Alba de Tormes donde se reunían y compartían noches de música, amistad y rebeldía. Lo recordaron con nostalgia los pregoneros de la Peña Los Vikis, y no es para menos, en su intervención hicieron un guiño sentido a todos los bares que han ido cerrando en Alba, espacios que fueron mucho más que locales de copas, auténticos puntos de encuentro, memoria viva y parte esencial de la cultura popular del pueblo. El antiguo gerente de La Mezquita, César Moro, sigue vinculado a la vida social del municipio desde el Bar Venecia, en plena Plaza Mayor, otro ejemplo de cómo la historia local se entrelaza con la música.

Este concierto tuvo un fuerte componente simbólico: aunque el “Alba Fest” celebra ya su sexta edición, Ultratumba, en otro tiempo, formó parte del germen de este festival, cuando en el año 2001 participaron en la primera edición del “AlbaRock”. Aquella cita marcó el inicio de una apuesta por el rock en las fiestas de Alba, y ahora, más de dos décadas después, la banda regresa al mismo escenario como parte de la evolución natural de aquel proyecto. Un reencuentro con su gente, con su historia y con el lugar donde todo empezó.

Celebrando su 30 aniversario, demostró que pocas bandas logran mantenerse tres décadas en pie. Hoy la formación reúne a históricos como Daniel Moreno (voz) y Ángel Pérez (guitarra), junto a dos viejos conocidos de los años 90: Manuel Jaime Cascón (batería) y Gustavo García (guitarra), este último además miembro de la Peña Los Vikis (sí, los pregoneros de la noche… todo queda en casa). Completa el cuarteto la fuerza arrolladora de Sarah García “Sarah Evil” (bajo), quien posee una enorme trayectoria en el panorama nacional, cantante y también compositora. Su presencia escénica refuerza el peso artístico de la banda.

Ultratumba durante su extensa evolución, han tocado todos los palos del metal extremo —death metal, black metal, Trash metal… — y después de experimentarse con los años, ahora se reivindican con lo que ellos mismos llaman “Cafre Rural Metal”, una etiqueta tan única, que les convierte en pioneros y abanderados de su estilo. Ellos saben lo que hacen: son Ultratumba, un metal para minorías y para oídos curtidos.

Una lástima que este festival se celebre en domingo y que el turno de los grandes del cartel llegue en horas tan tardías. Si el “Alba Fest” se programara en viernes o sábado, como dicen los jóvenes de hoy: “lo hubiéramos petado”.

Ultratumba comenzó con la intro de toda la vida, más perfeccionada, pero aquella que tocaban en sus primeros años, nada menos que en 1994. Con eso no hay más que decir. La experiencia y el metal llevados a las últimas consecuencias, con un sonido desgarrador que rompió contundentemente la Plaza Mayor ante sus incondicionales, un público agradecido, amigo de la banda y que quedaron entusiasmados ante la magistral actuación.

La rata pelona, un auténtico himno

Sonaron “Sueño mortal”, “Salto al vacío” o “No más dolor” (tema de sus primeros años, cuyas letras siguen vigentes ante el estado de la sociedad, igual que hace tres décadas). El final fue apoteósico, con toda la plaza saltando al ritmo de “La rata pelona”, un clásico en forma de diversión que cuenta la historia de una rata que se cuela en un convento. La sátira y el ritmo de la canción son un guiño irónico de la banda hacia sus fans, que convierte este tema en un auténtico himno.

En definitiva, el “Alba Fest” volvió a dejar claro que el rock tiene su lugar en las fiestas de Alba de Tormes. Una propuesta que une cultura y modernidad, música y fiesta popular, y que se apoya en la apuesta decidida del Ayuntamiento y en la implicación de personas como Víctor Durán.