La noche del terror en las fiestas de San Bartolomé mantuvo en vilo a la población durante la noche del martes
La noche del martes, en pleno preludio de las fiestas patronales de San Bartolomé, Morasverdes se convirtió en escenario de una pesadilla compartida. La calma habitual del pueblo serrano se vio trastocada por una sucesión de sobresaltos y gritos que brotaban de cada esquina oscura, como si la imaginación colectiva hubiera decidido abrir sus compuertas y dar rienda suelta a los temores más primitivos.
Lo que en otras fechas son calles apacibles, esa noche se transformó en un auténtico pasaje del terror. A la luz temblorosa de farolas enrojecidas, con rincones sumidos en sombras cómplices, cinco escenarios tematizados esperaban a los más valientes. De entre las grietas de la oscuridad surgían vampiros, brujas y espectros; los aullidos de hombres armados con motosierras rasgaban el silencio, mientras cadáveres recién salidos del cementerio perseguían a los vecinos. Y, como no podía ser de otro modo, los zombies hicieron suyo el espacio urbano: figuras tambaleantes, miradas vacías, carne ficticia en descomposición que, con solo un salto inesperado, provocaban carreras y carcajadas nerviosas.
La iniciativa, que vive ya su segunda edición, contó con la implicación de más de un centenar de vecinos. Niños y adultos se conjuraron durante más de una semana en los preparativos, afinando disfraces, tramando sustos, construyendo decorados que transformaron el pueblo en un escenario digno de una película de serie B. Esta vez, además, la propuesta incluyó un componente de juego: los jóvenes participantes debían superar pruebas y encontrar pistas, cuidándose de no ser “infectados”. Quien caía en manos de un zombie debía pasar primero por un improvisado hospital de campaña antes de poder reincorporarse a la partida.
El resultado fue un espectáculo coral en el que la comunidad entera se vio arrastrada, entre risas y sobresaltos, a vivir una velada inolvidable. Hubo quien confesó haber cerrado con más esmero puertas y ventanas antes de dormir, temeroso de que aquella “apocalipsis” no terminara con la salida del sol.
Las fiestas, sin embargo, no han hecho más que comenzar. Será este jueves cuando el pregón de Manuel Francisco Sánchez García, más conocido en los ruedos como Manuel Diosleguarde, abra de manera oficial las celebraciones en honor a San Bartolomé. Entonces, tras el escalofrío de la noche de terror, Morasverdes volverá a vestirse de fiesta para recibir, entre toros, música y tradición, a vecinos y forasteros.
La programación completa se puede consultar aquí