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Más de 300 personas de cinco pueblos salmantinos han permanecido hasta dos noches fuera de sus casas por los incendios
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Fin de los desalojos

Más de 300 personas de cinco pueblos salmantinos han permanecido hasta dos noches fuera de sus casas por los incendios

Actualizado 19/08/2025 09:07

Vecinos de las comarcas de Ciudad Rodrigo y Ledesma que ya han regresado a sus casas tras ser evacuados por los incendios de El Payo y Cipérez.

La provincia de Salamanca respira aliviada. Tras días de angustia y noches de incertidumbre, los más de 300 vecinos que han tenido que abandonar sus hogares por la virulencia de los incendios forestales ya han podido regresar a sus casas. La pesadilla ha terminado para las familias de las comarcas de Ciudad Rodrigo y Ledesma, las dos zonas más castigadas por fuegos que obligaron a activar los protocolos de evacuación. La subdelegada del Gobierno en Salamanca, Rosa López, ha sido la encargada de confirmar el fin de los desalojos, ofreciendo un balance detallado de un operativo complejo marcado por la urgencia y la solidaridad.

En sus declaraciones, López ha comenzado con el mensaje más esperado por todos: "Afortunadamente, en la provincia de Salamanca no existe en este momento ningún incendio que obligue al desalojo de las localidades". Estas palabras han supuesto el punto y final a una situación crítica que ha mantenido en vilo a la provincia, especialmente en dos focos que han requerido la movilización de cientos de personas para garantizar su seguridad.

El incendio de El Payo: una noche fuera de casa

El primer gran susto se ha vivido en la zona de El Payo, en la comarca de Ciudad Rodrigo. El avance de las llamas obligó a tomar la difícil decisión de evacuar a los vecinos del municipio. Según ha detallado la subdelegada, el operativo ha gestionado el traslado y alojamiento de un número considerable de personas. "Tuvimos alrededor de 220 personas evacuadas en Robleda y Fuenteguinaldo", ha especificado López. Estos dos municipios cercanos se convirtieron en refugios temporales para los desalojados.

Sin embargo, la cifra real de desplazados podría ser mayor. La subdelegada ha reconocido la dificultad de llevar un registro exacto, ya que muchos optaron por soluciones particulares. "Entendemos que muchos se desplazaron con sus propios medios a sus viviendas, a sus primeras residencias", ha señalado. Esta circunstancia, habitual en emergencias en el mundo rural, evidencia la red de apoyo familiar y social que se activa en momentos de crisis.

Un capítulo especialmente sensible dentro de esta evacuación ha sido el de los mayores de la residencia de El Payo. Un grupo de "10, 12 personas", los más vulnerables, fueron trasladados a centros residenciales en Ciudad Rodrigo para asegurar que recibían la atención especializada que necesitaban. Afortunadamente, su estancia fuera del centro fue breve. "Ellos estuvieron únicamente una noche fuera de su localidad, la noche del 15 al 16", ha confirmado López, subrayando la celeridad con la que se ha podido garantizar su regreso seguro.

Cipérez: cuatro pueblos evacuados y dos noches de angustia

El segundo frente que ha requerido una evacuación masiva ha sido el incendio originado en San Cristóbal de los Mochuelos, más conocido popularmente como el incendio de Cipérez. En este caso, la amenaza del fuego ha afectado a un área más extensa, obligando a desalojar a los habitantes de cuatro localidades: Cerezal de Puertas, El Groo, Gejo de los Reyes y Villaseco de los Reyes.

El operativo en esta zona de la comarca de Ledesma ha gestionado el desplazamiento de entre 80 y 90 personas, aunque, de nuevo, el número exacto es difícil de precisar. Al igual que en El Payo, "estuvieron muchos en sus primeras residencias, o sea, que no sabemos el número exacto, porque se fueron con sus propios vehículos", ha explicado la subdelegada. El resto de los vecinos fueron acogidos en el municipio de Ledesma, que habilitó dos espacios para atenderlos: "unos 10" fueron alojados en la residencia local, mientras que el grueso, "alrededor de 80 personas", pasaron la noche en el polideportivo municipal.

Para estos vecinos, la espera ha sido más larga. "Ellos han estado dos noches fuera de la localidad", ha informado Rosa López. Dos noches de preocupación, lejos de sus casas y con la incertidumbre sobre el estado de sus propiedades y animales. La noticia de su regreso ha sido recibida con enorme alegría. "Anoche se les ha permitido volver ya a sus localidades", ha concluido la subdelegada, cerrando así el capítulo más dramático de los recientes incendios en la provincia.

El fin de la emergencia y el inicio del balance

Con el regreso de todos los evacuados a sus hogares, Salamanca cierra una fase crítica en la lucha contra los incendios. La coordinación entre administraciones y la solidaridad de los municipios de acogida han sido clave para gestionar una situación de alto estrés para cientos de familias. Ahora, con la tranquilidad de saber que no hay vidas en peligro, comienza el momento de evaluar los daños y trabajar en la recuperación de las zonas afectadas, con la esperanza de que el paisaje y la normalidad puedan volver a abrirse paso entre las cenizas.