Las conclusiones de Oriol Riera, que da por terminada la pretemporada para Unionistas

Unionistas de Salamanca sellaba el sábado su pase a la final de la fase autonómica de la Copa RFEF. Un trabajado empate a uno en el siempre exigente césped del Municipal Luis Ramos ante el CD Guijuelo ha sido suficiente para que los de Oriol Riera se citen con el Zamora CF en la lucha por el título regional. Tras el encuentro, el técnico catalán comparecía ante los medios, dejando un análisis cargado de significado: satisfacción por el carácter del equipo, un sincero reconocimiento al rival y, sobre todo, la confirmación de que la fase más dura de la preparación ha concluido para dar paso a la mentalidad de competición liguera.

“Ha sido un partido muy competido, creo que el Guijuelo ha estado muy bien. Lo que ha propuesto a nivel ofensivo ha estado muy bien y nos ha dificultado muchísimo, muchísimo con ese gol tan temprano, aún más”, ha reconocido Riera, valorando la propuesta de su rival y el desafío que ha supuesto para sus jugadores.

La fatiga y la fortaleza mental como aprendizaje

El encuentro ha llegado al final de la quinta semana de una pretemporada extenuante, y el cansancio acumulado ha sido un factor visible. El cambio de superficie y el calor del feudo guijuelense han añadido una capa extra de dificultad. Sin embargo, para el entrenador, la capacidad de sobreponerse a estas adversidades es parte fundamental del proceso de crecimiento del equipo.

“Estoy contento de la reacción, de ver que los jugadores van asumiendo cargas y más sabiendo que veníamos con muchísima fatiga”, ha afirmado. Riera ha revelado la altísima intensidad a la que ha sometido a su plantilla, un ritmo que considera necesario para competir al máximo nivel. “Yo siempre les digo que son auténticos animales, lo que han superado en esta pretemporada es abismal, en estas cinco semanas, y vamos a ritmos de entrenamiento de Segunda División, y al final es normal que lo noten”, ha explicado.

Para el técnico, estos momentos de bajón físico son una prueba de fuego para la mente. “Muchas veces estas bajadas tienen que suplirlas y tienen que aprender a que a nivel mental deben exigirse más y deben intentar sobreponerse a una fatiga, y eso es aprendizaje”, ha subrayado, convirtiendo un obstáculo en una lección valiosa de cara a la temporada regular.

El fin de la pretemporada y el inicio de la competición

Con la clasificación para la final regional de la Copa RFEF en el bolsillo, Oriol Riera ha trazado una línea clara en el calendario. La pretemporada, en su concepción más pura de carga física y pruebas, ha terminado. Ahora, cada partido es una preparación específica para el debut liguero. “Ya les he felicitado a los jugadores por este final de pretemporada. Yo para mí hemos sacado la pretemporada y a partir de ahora ya a preparar todo lo que viene: partido de Mérida, partido de Zamora, partido de Osasuna Promesas”, ha sentenciado. El del Mérida será el viernes 22 de agosto a las 20:00 horas en el Reina Sofía, el de Zamora está previsto por la RFEF para el domingo 24 en tierras zamoranas y el comienzo de liga será el sábado 30, en el Reina Sofía, a las 19:30 horas.

Este cambio de fase implica un ajuste en el enfoque. “Para mí, ahí ya es preparación de partido, ya vamos a intentar que los chicos entren en dinámica liguera”, ha añadido, señalando que el objetivo ahora es afinar la táctica y la estrategia para cada rival concreto, empezando por la final autonómica contra el Zamora.

Una filosofía “innegociable”

Más allá del resultado y la fatiga, Riera ha puesto el foco en un aspecto que define la identidad que quiere para su Unionistas: la presión alta y la intensidad sin balón. El gol del empate, obra de Álvaro Gómez, no ha sido fruto de la casualidad, sino la consecuencia directa de esta filosofía.

“El gol viene de una presión, y eso es algo que para mí es innegociable”, ha declarado con rotundidad. Esta frase resume el pilar sobre el que se construye su proyecto. “Quiero que mi equipo vaya a ritmos altos, quiero que mi equipo presione cuando se pueda. A veces no se podrá porque el equipo rival es muy, muy superior, pero la intención debe ser siempre esa”, ha detallado.

El técnico se ha mostrado satisfecho por ver cómo sus jugadores interiorizan y ejecutan este concepto, incluso en un contexto de máximo desgaste. “Contento de que sigan creyendo y que sigan haciendo lo que les decimos”.

Lecciones en un “contexto complicado”

Finalmente, Oriol Riera ha extraído conclusiones positivas de las difíciles condiciones del encuentro. Jugar en un campo como el Luis Ramos, con sus particularidades, el bote del balón y la cercanía de las vallas, ha servido como un entrenamiento de gran valor. “Son contextos que no nos encontraremos en liga pero que nos vienen genial para preparar”, ha comentado, valorando la capacidad de adaptación de su equipo.

Además, ha celebrado haber concluido el partido sin contratiempos físicos. “Feliz de que no haya ningún lesionado en un campo así con esas condiciones”, ha concluido. Con la pretemporada finalizada y una final por disputar, Unionistas mira ya al horizonte de la liga con las señas de identidad de su entrenador grabadas a fuego: esfuerzo, carácter y una presión innegociable.