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Las 'vacaciones' de un cura de Salamanca: 7 parroquias, campos de trabajo y el Jubileo con 48 jóvenes en Roma
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Nacho Gómez

Las 'vacaciones' de un cura de Salamanca: 7 parroquias, campos de trabajo y el Jubileo con 48 jóvenes en Roma

Actualizado 16/08/2025 08:54

El sacerdote, con 33 años de servicio, narra un verano dedicado a la pastoral juvenil. En lugar de vacaciones, ha organizado campos de trabajo y ha peregrinado a Roma con 48 jóvenes para el Jubileo de la Esperanza, una experiencia que, según afirma, ha reafirmado su vocación

El verano suele ser sinónimo de descanso, sin embargo, para algunas vocaciones, no implica una desconexión, sino una transformación de las tareas diarias en una forma diferente de servicio. Este es el caso de muchos sacerdotes, cuya labor se intensifica y diversifica con la llegada del calor, las fiestas patronales y las actividades juveniles. Para el párroco salmantino Nacho Gómez, con 33 años de sacerdocio a sus espaldas, el concepto de vacaciones se redefine por completo, encontrando su descanso en la entrega a los demás, desde los pueblos del Campo Charro hasta el corazón de la cristiandad en Roma.

Cuando se le pregunta por las vacaciones estivales para los clérigos, revela que "sinceramente, así vacaciones no he tenido nunca". Lejos de lamentarlo, ha explicado cómo ha llenado sus veranos de un propósito que va más allá del ocio convencional. Para él, el descanso no se encuentra en la inactividad, sino en el cambio de actividad, una que le llena de energía y reafirma su camino. "Yo dedico prácticamente el verano, casi todo verano, aparte de mis obligaciones en las parroquias, a hacer campos de trabajo con adolescentes", ha detallado.

Un verano entre jóvenes: campos de trabajo y fe

La principal inversión de su tiempo estival ha estado dedicada a la pastoral juvenil. Este año, su compromiso se ha materializado en dos campos de trabajo, uno con chicos de primero de la ESO y otro con jóvenes de tercero y cuarto. Estas convivencias, que combinan formación, servicio y ocio, son para él una fuente de vitalidad. "Mis vacaciones son dedicar tiempo a los adolescentes, a los niños, a los jóvenes. Es mi mis vacaciones, por decir alguna forma", ha afirmado. Este enfoque dista mucho de la imagen tradicional del veraneante. "Irme a la playa, pues prácticamente era un día para ir y un día para acá. Yo prácticamente, nada, un día que me escapo, a lo mejor que me gusta mucho la montaña, o voy a alguna fiesta de un pueblo que me invitan mis compañeros, pero muy puntualmente".

Este compromiso con la juventud ha tenido su punto culminante este mismo verano en un viaje trascendental. Nacho Gómez ha formado parte del grupo de 48 salmantinos que han peregrinado a Roma para participar en el Jubileo de la Esperanza de los Jóvenes. La experiencia, recién vivida, le ha dejado una profunda huella. "Ha sido una experiencia muy bonita", ha descrito. "Ver ese bullicio de gente joven cristiana, te levanta realmente mucho la fe, la esperanza".

Roma: un impulso para la vocación

El viaje a la Ciudad Eterna no ha sido solo un evento multitudinario, sino un profundo encuentro personal y comunitario con la fe. Para un sacerdote con décadas de experiencia, ver a miles de jóvenes de todo el mundo compartiendo sus creencias ha sido un poderoso recordatorio de la universalidad de la Iglesia. "Ver que realmente hay muchos jóvenes en el mundo todavía, pues esto es un gran fermento para la iglesia universal. A mí me ha llenado de esperanza y de alegría", ha compartido.

La intensidad de la experiencia ha sido tal que ha servido para fortalecer sus propias convicciones. "Me ha contagiado para mi vocación, para mi seguimiento al sacerdocio. Me ha afianzado en mi vocación, así lo puedo decir claramente", ha sentenciado. El viaje, aunque agotador "hemos pateado Roma de un lado para otro", ha reconocido, ha estado lleno de momentos inolvidables: los cantos en el autobús y en el metro, la solemne vigilia con el Papa Francisco, marcada por un "silencio sepulcral y una interioridad tremenda", y la misa final junto a sacerdotes de todo el planeta.

La peregrinación también ha incluido el rito de cruzar las puertas santas designadas por el Papa, un acto simbólico de gran importancia en el Jubileo. "El Papa Francisco marcó cinco puertas santas y hemos entrado por cuatro: Santa María Mayor, San Pablo Extramuros, San Juan de Letrán y San Pedro. Me falta entrar por la puerta de la cárcel", ha relatado.

La gestión del día a día: entre la ciudad y el Campo Charro

Mientras estas grandes experiencias marcan su verano, la labor pastoral cotidiana no se detiene. Nacho Gómez tiene a su cargo cinco pueblos en el Campo Charro y dos parroquias en la ciudad de Salamanca. La gestión de esta doble responsabilidad, especialmente en verano con la proliferación de fiestas patronales, podría parecer un desafío logístico, pero él lo ha descrito con una naturalidad que denota una organización bien asentada.

"No tengo muchos problemas, porque las fiestas de los pueblos suelen ser los sábados, y si son por la mañana, pues puedes compaginar", ha explicado. La clave está en la distribución de horarios. "Yo en Salamanca la misa la tengo por la tarde a las siete y media los días de diario, y los sábados también la tengo por la tarde. Y los domingos, pues algún pueblo puede tener alguna fiesta, pero raramente". Esta planificación le permite atender las demandas de las comunidades rurales sin desatender sus compromisos en la capital, demostrando que, con organización, el servicio puede multiplicarse sin que las cosas se compliquen en exceso. Para él, es simplemente parte de un verano diferente, uno en el que el descanso se encuentra en el servicio, la fe y la comunidad.