Chabela de la Torre impulsa 'Nueve Castilla y León' para combatir la "orfandad política" y el olvido de Salamanca

Un sentimiento de “orfandad política” y la firme convicción de que la provincia merece un futuro mejor han sido el catalizador para la creación de Nueve Castilla y León, un nuevo movimiento en el tablero político. Al frente, como portavoz, se sitúa Chabela de la Torre, quien ha decidido salir de su “zona de confort” para dar voz a Salamanca y a Castilla y León frente a lo que describe como décadas de olvido por parte de los grandes partidos nacionales.

En una entrevista concedida a este periódico, De la Torre ha desgranado las razones que la han impulsado a dar este paso, un movimiento que, asegura, responde a un clamor extendido entre la ciudadanía. “Lo que nos ha movido a crear esta iniciativa es que estamos convencidos de que merecemos más. Los salmantinos especialmente, y toda Castilla y León, merecemos más”, afirma con rotundidad.

Un hartazgo frente al abandono de los grandes partidos

La crítica principal de Nueve Castilla y León se dirige hacia una dinámica política que ha marginado a la comunidad. “Estoy cansada de que desde los grandes partidos nos tengan marginados, olvidados, desde hace muchísimos años”, lamenta De la Torre.

Según explica, esta percepción de abandono es constante: “Nadie se acuerda de Castilla y León cuando hay que tomar decisiones, siempre se anteponen los intereses de otras regiones a los nuestros”. Esta situación, añade, genera una pregunta recurrente que resuena en la sociedad: “Bueno, y nosotros, ¿cuándo nos toca?”.

Más allá de la queja, la propuesta de Chabela de la Torre se fundamenta en una llamada a la acción y a la reafirmación de lo propio. El partido busca “despertar ese sentimiento de identidad, ese arraigo, ese nacionalismo”. Lejos de rehuir el término, lo reivindica como una herramienta legítima para la defensa de los intereses locales. “Defender nuestros intereses, defender realmente lo que le preocupa a los castellanos y leoneses y a los salmantinos”.

Este nuevo proyecto surge también como respuesta a una alarmante apatía democrática. De la Torre señala la preocupación que le genera una frase que se ha vuelto común: “es que yo ya no sé a quién votar”. Para la nueva líder política, este sentir generalizado “es muy alarmante para una democracia”, un vacío que su formación aspira a llenar.

Una filosofía clara: "Sin ataduras a Madrid"

La decisión, admite, no ha sido fácil. Confiesa haberse sentido “decepcionada y huérfana, por decirlo de alguna manera, políticamente”, un estado que la había alejado de la primera línea. “Me ha costado tomar la decisión de dar el paso, pero bueno, alguien tiene que hacerlo”, explica.

La filosofía del nuevo partido es directa: Castilla y León primero y, en su caso particular, Salamanca. El valor diferencial que proponen es la independencia de las directrices de los partidos nacionales, un factor que consideran crucial.“Echamos en falta políticos que defiendan lo nuestro, que no tengan ataduras a Madrid, que no tengan ataduras, pues, de otros intereses por encima de lo que son los intereses de los ciudadanos”, subraya.

El objetivo es centrarse exclusivamente en los problemas de la región y de la provincia, buscando soluciones “sin ataduras a los intereses de otros”.

Para esta “aventura”, como ella misma la califica, no está sola. Confirma que cuenta con un equipo inicial, aunque el principal objetivo ahora es expandir el proyecto. “Estoy convencida de que hay muchísimos salmantinos que estaban esperando una alternativa de estas características”, asegura. El trabajo se centra ahora en “ilusionar, convencer y que el equipo vaya creciendo”.

Al dirigirse a los ciudadanos, Chabela de la Torre lanza un mensaje optimista y movilizador, centrado en el potencial de la tierra y en la capacidad de su gente para revertir la situación. “El mensaje es de esperanza. Que no todo está perdido. Hay muchísimas oportunidades en un territorio como Castilla y León. Lo único que hace falta es ilusión, trabajo, mucho trabajo y gente con ganas de hacer cosas”.

Con la firme convicción de que el cambio es posible, concluye con una declaración que resume el espíritu de su nuevo proyecto político: “Y que se puede hacer. Ese es el mensaje que yo lanzo, ¿se puede hacer?”. Una pregunta retórica que es, al mismo tiempo, una declaración de intenciones para el futuro político de Salamanca.