Considero que internet ha democratizado el conocimiento, no la titulitis. Estoy de vacaciones en el pueblo que me vio nacer cuidando unos días a mi madre de ochenta y cuatro años, está durante el año en una residencia de lujo.
Cuando hablo con los quintos que no hicieron carrera universitaria veo que pueden tener más conocimientos que yo y un análisis de la realidad tan plausible como el mío. Por lo menos alguno. Cuidan más tiempo a su madre, pueden estar en mejor forma física y con un trabajo de albañil o fontanero tener más dinero que yo y mejor casa.
Los trabajos profesionales son de resultados más medibles, la pared de ladrillos o las tuberías del cuarto de baño bien puestas. Por fin, se han perdido los complejos.
En las verbenas de hace décadas parece que ligábamos más con algunas chicas los que veníamos de estudiar en la capital. Actualmente estoy convencido que ya no es así e incluso han cambiado las tornas porque los que trabajan disponen de coche o moto antes. Aunque coches y motos tienen chicas y chicos, por Sayago estudian más chicas y tienen mejores resultados académicos y profesiones más valoradas.
Los que nos hemos dedicado a la educación tenemos más difícil medir la influencia en nuestros alumnos, aunque algunos que hemos tenido por esta comarca nos reconocen lo vivido y el título obtenido cuando nos encontramos por la verbena y parece que nos han alcanzado en el tiempo.
Ahora con la inteligencia artificial la importancia del profesor no se basará en las presentaciones. Siempre se ha basado en los conocimientos que compartes o haces accesibles y sobretodo en la relación y trato con el alumno.
Cuando todo está a un click tendremos que mirar dentro los profesores para poder aportar alguna singularidad. Hay más autoaprendizaje.
Queda al profesor escuchar más la historia de vida del alumno, acompañar sus inteligencias múltiples e iluminar diversidad de caminos. Ayudar a encontrar los talentos naturales no precisamente atendiendo caprichos de padres y alumnos.
Lidiar con las familias es inevitable incluso en los desprotegidos. Ser comprensivos con las distintas culturas e ideologías sabiendo que hay raíces. Tiene sentido la educación política, la terapia familiar, el autoconcepto y el conocimiento y respeto del entorno natural. Lejos de politizar debemos poner énfasis en la justicia social y la igualdad de oportunidades. No juzgar y criminalizar situaciones de desventaja. Hay que fomentar la relación con el diferente para aprender a querer y erizar la piel.
Con tanto influencer el maestro debe perder el miedo a salirse del curriculum y crear espacios donde los genios se expresen con libertad de construir algo nuevo.
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