El emblemático bar Danubio de Barruecopardo ha cerrado definitivamente sus puertas tras 41 años de actividad por la jubilación de sus propietarios, Manuel José ‘Cachipe’ y Paqui. La despedida se celebró con una multitudinaria fiesta gratuita, poniendo fin a una era para el local que fue un pilar social para el pueblo desde su apertura en julio de 1984
El pasado sábado, un capítulo de la historia de Barruecopardo llegó a su fin. Tras 41 años siendo el corazón social de la localidad, el legendario bar Danubio sirvió sus últimas consumiciones. Sus propietarios, Manuel José Fernández ‘Cachipe’ y su esposa Paqui Rebollo, inician una merecida jubilación, despidiéndose en un momento dulce tanto para el negocio como para el pueblo.
La historia del Danubio está intrínsecamente ligada a la de Barruecopardo. El bar abrió sus puertas en julio de 1984, un año difícil para la localidad, marcada por la incertidumbre tras el cierre de la mina de wolframio. El establecimiento se convirtió entonces en un refugio y punto de encuentro que supo mantener vivo el espíritu del pueblo en tiempos complicados.
Cuatro décadas después, el cierre llega en un contexto radicalmente opuesto. La reapertura de la explotación minera ha reactivado la economía local, y ‘Cachipe’ y Paqui se despiden con la satisfacción de haber contribuido a la vida de un pueblo que ahora mira al futuro con optimismo, especialmente después de los duros momentos que supuso la pandemia y sobre la que Cachipe y Paqui no se doblegaron, manteniendo el servicio a sus clientes a la puerta de sus casas.
La despedida no pudo ser más sentida. Coincidiendo con el 65 cumpleaños de ‘Cachipe’, el bar se vistió de gala para una gran fiesta final a la que estaban invitados todos los vecinos. Acompañados de sus hijas y arropados por decenas clientes amigos, los anfitriones ofrecieron todo gratis hasta agotar existencias, en un último gesto de generosidad hacia su fiel clientela.
La emoción fue la protagonista de una tarde-noche del sábado en la que no faltó de nada. Ni siquiera la música de la tuna ni de discoteca, que con sus canciones hicieron bailar al alma del Danubio, un lugar donde se compartieron no solo cafés y partidas, sino también la suerte, al haber repartido cientos de miles de euros en varios premios de la Lotería Nacional a lo largo de los años. En reconocimiento a su entrega, sus clientes y amigos les dedicaron unas palabras y le hicieron entrega a Paqui de un ramo de flores, un momento tan emotivo en el que Paqui no pudo evitar que se le humedecieran las pupilas.
El alcalde de la localidad, Jesús María Ortiz, presente en la celebración junto asu esposa, quiso expresar el sentir de todos los vecinos, agradeciendo a la pareja su dedicación y esfuerzo. "Les deseamos una buena jubilación para ambos, que se lo han currado mucho durante tantos años…", afirmó el regidor, reconociendo la enorme huella que dejan en el pueblo.
Con el cierre del Danubio, no solo se apagan unas luces, sino que se va una parte imborrable de la vida y los recuerdos de varias generaciones de vecinos de Barruecopardo, que ya echan de menos su emblemático punto de encuentro.
Desde Las Arribes al Día también queremos sumarnos a este homenaje y bien merecido descanso. Enhorabuena a ambos y muchas gracias por vuestra amistad.