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Libreros: la histórica vía universitaria que se quedó sin librerías
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REPORTAJE

Libreros: la histórica vía universitaria que se quedó sin librerías

Actualizado 24/07/2025 08:19

La calle de los Libreros de Salamanca, considerada parte de la antigua Vía de la Plata, fue el epicentro del saber al albergar la primera imprenta de la ciudad y edificios clave como las Escuelas Mayores

Considerada parte de la antigua Vía de la Plata, esta calle fue el epicentro del saber al albergar la primera imprenta de la ciudad y las principales dependencias de la Universidad. Hoy, su función ha cambiado, pero no su alma estudiantil. La calle de los Libreros de Salamanca, concurrida vía peatonal en el corazón del casco histórico, atesora una historia que la define como una de las arterias fundacionales de la ciudad. Su trazado recto no solo es un vestigio de su importancia como calle principal, sino que también se considera parte de la antigua Vía de la Plata, marcando un eje fundamental en el desarrollo urbano y cultural salmantino.

Pese a su nombre evocador, en la actualidad no queda rastro de las librerías que le dieron fama. Sin embargo, su legado pervive como un corredor esencial para la vida universitaria, uniendo pasado y presente en cada uno de sus adoquines.

Su denominación no es casual. Esta calle fue el lugar elegido para instalar la primera imprenta-librería de Salamanca, un hito que marcó el inicio de una tradición. Tras este primer establecimiento, otros libreros siguieron su ejemplo, consolidando la vía como el centro neurálgico del comercio de libros y conocimiento.

Esta concentración de negocios motivó que popularmente fuera conocida como Calle de los Libreros, una denominación que ha logrado mantener hasta nuestros días, salvo por un breve periodo histórico.

A pesar de su arraigado nombre, la vía experimentó un cambio temporal en su denominación. Entre los años 1902 y 1933, fue oficialmente conocida como Calle del Conde de Romanones.

Este cambio se debió al reconocimiento de la ciudad hacia el ministro por el notable interés que había mostrado en favor de la Universidad de Salamanca, reafirmando una vez más el vínculo indisoluble de la calle con la institución académica.

La relevancia de la calle de los Libreros fue capital para la Universidad de Salamanca. En su trazado se instalaron las dependencias universitarias más importantes, convirtiéndola en el verdadero campus urbano de la época. Entre sus edificios albergó las Esculas Mayores, las Escuelas Menores y el Hospital de Estudio.

En la actualidad, la paradoja define a esta calle: ya no alberga ninguna librería. Sin embargo, su legado universitario perdura en el ambiente, ya que sigue siendo una de las vías más transitadas por los estudiantes de la ciudad, que la recorren a diario, manteniendo vivo el espíritu de un lugar que nació por y para el saber.