El fin del Estado del Bienestar: objetivo del populismo de derechas

Las políticas ultra liberales que defienden los gobiernos populistas que han surgido de las urnas en las elecciones de Estados Unidos, Argentina, Hungría, Italia o El Salvador y de formaciones políticas que, aunque no gobiernen Estados sí lo hacen en gobiernos federados de Estados federales o Comunidades Autónomas dentro de otros Estados como España (regiones donde PP y VOX constituyen equipos de gobierno) están poniendo en peligro el conocido como “Welfare State” (Estado del Bienestar) que tanto esfuerzo costó para su consecución, promovido por ideólogos de la socialdemocracia europea como Olof Palme, en Suecia o Willy Brandt en Alemania (quién fue premio nobel de la paz en 1971) en los años 60 y 70 del siglo pasado.

Y no sólo quieren terminar con las políticas del Estado del Bienestar: pensiones dignas, políticas sociales, sanidad y educación públicas y universales para todos los ciudadanos con independencia de su procedencia nacional, étnica, religiosa o cultural, sino también con las políticas de seguridad ciudadana que identifican a España como uno de los países con la tasa de delincuencia más baja del mundo. La derecha y la ultraderecha quieren imponer el miedo en la sociedad con datos falsos sobre seguridad ciudadana, haciendo creer a los ciudadanos que la mayoría de los delitos y los más atroces son cometidos por inmigrantes, quienes también son los que ocupan las viviendas, advirtiendo a la población en general que tengan mucho cuidado cuando salen de vacaciones o de fin de semana, porque al volver pueden haber “okupado” su vivienda y “las leyes de este gobierno rojo y comunista de Pedro Sánchez no garantizan el desahucio inmediato de estos okupas, pudiendo quedarse sin sus propiedades inmobiliarias y sus viviendas”.

Recordemos que los datos oficiales, las estadísticas, nos dicen que España es uno de los países más seguros del mundo. Hace 20 años, en 2005, España contaba con 3,7 millones de extranjeros y la tasa de delincuencia era baja: 49,4 infracciones penales por cada 1000 habitantes, cuando la media europea y mundial era más elevada. Hoy día, en 2025, el número de extranjeros ha superado los 7 millones de ciudadanos, es decir, prácticamente se ha duplicado y, en cambio, la tasa de delitos por cada 1000 habitantes ha descendido; es ahora de 40,6 infracciones penales. Esto nos convierte en un país mucho más seguro que hace 20 años. Recordemos también, que las sociedades que tienen mejor equilibrio económico, menos porcentaje de pobreza y de desigualdad social, es decir, las sociedades económicamente más cohesionadas, son las que disfrutan de una mayor tasa de bienestar social y, en consecuencia, de porcentajes de delincuencia más reducidos. Ya lo decía el gran penalista alemán de finales del S. XIX y principios del XX, Franz Von Listz, para el que “la mejor política criminal es una buena política social”. Una sociedad con mejores condiciones de vida, con acceso a la educación, al empleo y a las oportunidades y menor pobreza y desigualdades sociales tiene menos necesidad de recurrir a la delincuencia. Por tanto, el Estado tiene la posibilidad de prevenir del delito invirtiendo más en políticas sociales. Y esto no es precisamente lo que prometen las formaciones políticas de la derecha y la ultra derecha, que defienden las políticas ultra liberales, las bajadas de impuestos para los más ricos, la privatización de servicios públicos esenciales como la sanidad, la educación y los servicios sociales y la reducción o la eliminación de las pensiones por jubilación.

En este aspecto, el mensaje de estos perversos personajes es, además de falso, indignante y muy peligroso. Lo hemos visto los pasados días con los mensajes de odio en Torre Pacheco, llamando a la “cacería de los inmigrantes” y lo estamos viendo en otras localidades como Alcalá de Henares, cuya alcaldesa, del PP, airea algún presunto caso de agresiones sexuales cometido por ciudadano extranjero, cuando han existido auténticas violaciones de mujeres cometidas recientemente por ciudadanos españoles que las ha ocultado y se ha despreocupado de sus víctimas, dando entender con ello a la opinión pública que los delitos graves, las violaciones y los asesinatos que se cometen son debidos a la población inmigrante. ¡FALSO Y TENDENCIOSO SEÑORA ALCALDESA Y SEÑORES DE LA DERECHA Y LA ULTRADERECHA!

Hace tan sólo unos días, en una conversación con un conocido, me decía que un tiempo atrás tuvo la oportunidad de acudir a un acto político de VOX en el que intervino Abascal. El vecino me decía que en un determinado momento, Abascal afirmó que cuando él gobernara en España si alguien entraba en un domicilio a robar y el propietario o morador de esa vivienda sacara un arma de fuego para disparar al ladrón y causara la muerte del mismo con el disparo, el autor de esa muerte nunca entraría en prisión porque se encargarían de reformar el Código Penal para dejar claro que esa conducta estaría siempre justificada y no sería delito, como también estaría justificado y no sería delito la posesión de armas de fuego por parte de la ciudadanía en general. Cuando le expliqué detenidamente que el Derecho Penal de un Estado Social y Democrático de Derecho no puede regular categóricamente una normativa de esas características y cuando le dije que la libre posesión de armas por parte de la ciudadanía es una medida muy peligrosa y perjudicial, reconoció inmediatamente que lo prometido por Abascal sería tremendamente regresivo en una sociedad democrática como la nuestra. Quién promete esas cosas esconde que lo que realmente pretende es –como ocurre actualmente con Bukele en El Salvador- terminar con las garantías y derechos y libertades previstas en la Constitución Española. Es lo que ha hecho Bukele desde que gobierna, ha suspendido las garantías constitucionales imponiendo un estado de excepción que se mantiene desde hace años. ¿Queremos realmente los ciudadanos españoles que un gobierno suspenda los derechos y libertades fundamentales y las garantías previstas en nuestra Constitución Española? ¿Queremos volver a un estado autoritario como el franquista? ¡REFLEXIONEN QUERIDOS LECTORES!

No sólo es preocupante que grupúsculos ultras, reaccionarios y retrógrados como VOX y sus “voceros del odio, la falsedad y la manipulación informativa” campeen a sus anchas, sino que considero más peligroso aún que formaciones políticas que han gobernado, como el PP de Feijóo y Ayuso hagan suyos estos mensajes. Sabemos que Ayuso tiene una conexión perfecta con estos “grupúsculos”, ya lo ha demostrado cuando ha tenido la oportunidad de saludar al presidente argentino Milei en sus visitas a España y cuando ha apoyado a Trump, pero lo que me resulta más sorprendente y peligroso es que Feijóo, líder del PP, apoye, sin fisuras, estas políticas de odio, racismo y xenofobia que proclama sin cesar la ultra derecha.