Trabajadores al calor: Claves para evitar riesgos ante la nueva subida de temperaturas en Salamanca

Ante la previsión de una nueva subida de las temperaturas para este miércoles en Salamanca, la protección de la salud de los trabajadores más expuestos al sol y al calor se convierte en una prioridad absoluta. El Ayuntamiento de Salamanca tiene activado protocolo de actuación por calor, mientras que el sindicato UGT reitera su llamada a la vigilancia y al cumplimiento estricto de la normativa en todas las empresas para prevenir accidentes laborales.

Ambas iniciativas ponen el foco en una realidad ineludible: el calor extremo es un riesgo grave para la salud que requiere medidas concretas, organización y una cultura preventiva sólida tanto en el sector público como en el privado.

El plan del consistorio, al detalle

El consistorio salmantino ha puesto en marcha su plan de prevención de riesgos laborales, de obligado cumplimiento, para garantizar la seguridad de todo el personal que trabaja en la vía pública. El documento municipal subraya que la exposición a temperaturas elevadas supone un "riesgo grave para la salud" y busca anticiparse al estrés térmico para evitar incidentes graves.

La medida afecta a un amplio colectivo de empleados municipales que desempeñan su labor al aire libre. Entre ellos se encuentran el personal de mantenimiento, deportes, iluminación artística, medio ambiente, así como los agentes de la Policía Local y los efectivos de Bomberos.

Para protegerlos, el protocolo se basa en varias líneas de actuación coordinadas:

• Información y concienciación: Se han distribuido infografías a toda la plantilla con consejos prácticos para prevenir un golpe de calor y protegerse del sol, material que está disponible de forma permanente en la intranet del Ayuntamiento.
• Protección solar directa: Se realiza la entrega periódica de crema de factor solar +50 a todo el personal expuesto para minimizar los daños de la radiación ultravioleta.
• Vigilancia meteorológica: El Ayuntamiento verifica diariamente las condiciones de temperatura y humedad proporcionadas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) para adaptar las jornadas si es necesario.
• Modificación de tareas: En cumplimiento del Real Decreto-ley 4/2023, se contempla la posibilidad de modificar o suspender temporalmente ciertas tareas si los avisos de la AEMET alcanzan el nivel naranja o rojo y no se puede garantizar la seguridad del trabajador.

El protocolo municipal no se basa en un único valor, sino en una combinación de factores ambientales.

Los sindicatos insisten en la importancia de los protocolos

UGT recuerda que el Real Decreto-ley 4/2023 obliga a las empresas a prohibir tareas al aire libre durante las horas de mayor riesgo si no se puede proteger al empleado. Además, subraya que, en caso de alerta naranja o roja de la AEMET, es obligatorio adaptar las condiciones de trabajo, incluyendo la reducción o modificación de la jornada, sin que esto suponga una merma salarial para el trabajador, según el artículo 23 del RD 1561/1995.

"La exposición a altas temperaturas puede desencadenar graves problemas de salud si los mecanismos de termorregulación del cuerpo fallan", aseguran.

Deshidratación: Pérdida de agua y electrolitos. La sed no siempre es un indicador fiable.

Calambres por calor: Espasmos musculares por la pérdida de sodio.

Síncope por calor: Desmayo por una caída de la presión arterial.

Agotamiento por calor: Consecuencia de una deshidratación grave que afecta al rendimiento.

Golpe de calor: Una emergencia médica que se produce cuando la temperatura corporal supera los 40,5 ºC. Puede causar daño cerebral, fallo multiorgánico y la muerte.

Un problema estructural: el cambio climático como telón de fondo

La insistencia de UGT se apoya en datos climáticos contundentes. Según el "Informe sobre el estado del clima de España 2024" de la AEMET, el año pasado fue el tercer año más cálido de la serie histórica, con tres olas de calor y ninguna de frío.

Por ello, el sindicato considera que la actual ley de prevención, con 30 años de antigüedad, ha quedado obsoleta y urge a que su modificación, actualmente en la mesa de diálogo social, aborde de forma decidida los nuevos riesgos derivados de la crisis climática.