Funcionarios del centro penitenciario de Topas se han concentrado este martes, convocados por CSIF y ACAIP-UGT, para protestar por la inseguridad tras la agresión sexual a una psicóloga en la cárcel de Sevilla. Los sindicatos denuncian una agresión cada 16 horas en las prisiones españolas y reclaman ser considerados agentes de la autoridad y un aumento de personal.
Los trabajadores del centro penitenciario de Topas, en Salamanca, se han concentrado este martes a las 10:30 horas a las puertas de la prisión para exigir medidas urgentes que garanticen su seguridad. La protesta, convocada por los sindicatos ACAIP-UGT y CSIF, se ha replicado en todas las cárceles de España como respuesta a la "brutal agresión sexual" sufrida por una psicóloga en la prisión de Sevilla II el pasado 8 de julio. El suceso, que ha conmocionado al colectivo de trabajadores penitenciarios, ha sido el detonante de unas movilizaciones que buscan visibilizar una situación que califican de insostenible y un "deterioro estructural del sistema".
El detonante de esta jornada de protesta fue la grave agresión ocurrida en el Centro Penitenciario de Sevilla II (Morón). Una psicóloga fue agredida física y sexualmente por un interno durante una entrevista individual. Según denuncian los sindicatos, el agresor contaba con "numerosos antecedentes por violencia y delitos sexuales" y, sin embargo, se encontraba en un módulo de 'respeto'.
Lejos de ser un hecho aislado, las organizaciones sindicales alertan de que en los centros penitenciarios españoles se produce una agresión cada 16 horas, sumando más de 1.000 incidentes violentos en los últimos dos años. "Tolerarlo es normalizar la violencia institucional y vulnerar el derecho a un trabajo seguro", afirman en su comunicado.
Desde la concentración en Topas, Paco Herrero, responsable de Prisiones de CSIF Castilla y León, ha atendido a los medios para explicar la gravedad de la situación. "Hemos sufrido un incidente muy grave [...] y se hace necesario que nuestra voz se haga oír para que el gobierno tome medidas y cambien sustancialmente las cosas", declaró.
Herrero ha señalado directamente a una política penitenciaria que ha mermado la capacidad de actuación de los funcionarios. "En los últimos años se ha implantado una filosofía o una política que podríamos denominar como 'buenismo'. Es decir, es atenuar o hacer más flojas las normativas de disciplina y de respeto", explicó. Según el responsable sindical, esta política ha provocado que "los presos han aumentado su nivel de agresividad, su nivel de libertad, su nivel de impunidad, y eso tiene que corregirse".
La situación en el propio centro de Topas no es ajena a esta tensión. Herrero confirmó que "recientemente ha sido agredido un funcionario, sí, que recibió varios puñetazos y, el hombre ha sufrido lesiones". A esto se suman, según sus palabras, las agresiones verbales e insultos, que son "algo continuo y constante".
Ante esta escalada de conflictividad, los sindicatos han presentado una serie de reivindicaciones claras y urgentes dirigidas a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. Las principales demandas son:
La concentración de este martes en Topas, coordinada con las del resto del país, busca ser un punto de inflexión para defender "la dignidad, seguridad y condiciones laborales de todo el colectivo de trabajadores y trabajadoras de las prisiones".