Se inventaron en FIFA un Campeonato Mundial de Clubs jugado en Estados Unidos, tierra donde el fútbol clásico no es prioritario. De España jugaron Atlético de Madrid y Real Madrid, éste se las prometía muy felices y la mayoría de “opinadores” aventuraron que sería el Campeón. Incluso yo mismo recurrí al “Chat Gtp” para que me orientara sobre los futuros resultados, habiendo fallado estrepitosamente, sobre todo porque el París Saint Germain se ocupó de demostrar que era mejor equipo que Real Madrid ganando por cuatro goles a cero en su particular enfrentamiento.
El Real Madrid era el mismo de la Liga española 2024/25, que a su vez había sido superado por el Barcelona, pero los tontos del haba de siempre, dictaron a los cuatro vientos que el Real Madrid “era otro” con la dirección técnica de Xabi Alonso, un aprendiz de entrenador con excelente carta de presentación por haber ganado la Liga Alemana con su Bayern Leverkusen. Olvidándose los “expertos” que las tácticas de un entrenador nunca solucionan los déficits individuales de sus jugadores.
Y es que no escarmentamos. Nos encargamos de moldear realidades para convertirlas en sueños, pero no de los que se cumplen sino de los que “se roncan”. Una vez perdido el Campeonato, re capacitamos que las carencias del equipo siguen siendo las mismas, que las tácticas maravillosas del nuevo entrenador no pueden compensar las carencias existentes. No acabo de entender por qué volvemos a acordarnos de Kroos y de Modric. Por esa regla de tres, yo diría que seguimos añorando a Puskas, Gento, Rial, Kopa, Di Stéfano y gente de aquella hornada. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
Algunas notas del artículo de Ismael López Gálvez, “Aceptación del fracaso” serían buenas consejeras para el entorno del Real Madrid: “Mirar la vida desde lo que se tiene, y no desde lo que falta, es un pasaje directo hacia la paz mental. Pero este hecho ha sido ignorado sistemáticamente en los últimos tiempos”. Son como niños.
De hecho, gracias a Ancelotti, el Real Madrid tuvo una inusitada paz mental porque, frente a las lesiones de larga duración de Carvajal, Militao y Alaba, todo el mundo se conformó con las “brujerías mentales” del entrenador italiano. Eso sí, cuando los resultados no llegaron todo el mundo se ocupó de nombrarle “cabeza de turco” y la directiva se amparó en él sin antes haber movido un dedo ni hacerse responsable de “no tomar decisiones fichando alternativas”.
(…) “Fracaso significa “partir algo en pedazos”. Y aquí llegamos a un punto capital: las derrotas, con su decencia y su dolor, imponen su dosis de realidad y clausuran el idealismo de los caminos imposibles… (…) “Todo soñador sabe que los sueños vienen de uno en uno, y que, mientras duran, los perseguimos con desesperado ahínco. El problema es que las aspiraciones son a menudo figuras de humo, siluetas intangibles que se desvanecen al intentar asirlas, y cuya consecución no depende en exclusiva del empeño ni de la voluntad…”
(…) “Desde hace años, los gurús del triunfo se han multiplicado. Sus libros copan cada temporada las listas de los más vendidos, y sus voces resuenan en cada esquina digital, prometiendo fórmulas infalibles para llegar a la cúspide con solo esfuerzo y dedicación. Para ellos, suerte y adversidad son palabras vacías. Creen que tanto el éxito o como el fracaso dependen en exclusiva de uno mismo. Y olvidan siempre que la fortuna es una diosa azarosa y caprichosa, capaz de elevar a un mortal desde el peldaño más bajo o de convertir en exequias sus más soberbias victorias. No lo digo yo, sino Horacio, que con noble certeza sabía que a veces querer no es poder”.
El Real Madrid confía demasiado en su capacidad para convencer a otros jugadores de otras latitudes y sus decisiones se posponen en exceso al objeto de ahorrar dinero en los fichajes. Es una estrategia válida. Pero tendrá que complementarla con otras prácticas en aquellos casos que el plan inicial se torciera con estrépito. Y esa realidad de las lesiones largas no supo superarlas con algún fichaje reforzador de la plantilla.
Ahora empezará la Liga 2025/26 y tendrá varias bajas efectivas. Mientras que los fichajes necesarios están tardando en aparecer, no sería deseable contabilizar un nuevo fracaso de planificación por un ensimismamiento de acertar en las inversiones a realizar. Decía Vitinha, el excelente jugador del PSG, que “no siempre los mejores jugadores acabarán haciendo los mejores equipos”. Y tenía razón, en esta ocasión Chelsea fue mejor.
El domingo 13 de julio jugaron la final del Campeonato Mundial los equipos Chelsea y PSG. ¿Uno ganará y el otro fracasará? Honradamente, pienso que ambos han ganado por su excelente desempeño. Por supuesto, el Campeón mantendrá esa escarapela durante 4 años y el mundo del fútbol debe reconocérselo. Y reconozco que Chelsea fue superior a PSG, el 3-0 es muy contundente, en rueda de prensa preguntan a Luis Enrique si ha sido el “perdedor” de esta contienda y éste le contesta que “perdedores” son los que se rinden… Una vez más, las expectativas generales no se cumplieron...
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.