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El Alevín A del Alba de Tormes CF logra el ascenso a Segunda Provincial tras una temporada de superación
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ALBA DE TORMES

El Alevín A del Alba de Tormes CF logra el ascenso a Segunda Provincial tras una temporada de superación

Actualizado 09/07/2025 11:31

Superó con nota una temporada muy competida con una plantilla de solo nueve jugadores

El fútbol base salmantino ha vuelto a escribir una de esas historias que demuestran que la gloria no siempre está reservada para el primer puesto del podio. El Alevín A del Alba de Tormes C.F., dirigido por la dupla de entrenadores formada por Casio y Rubén, ha sellado su pasaporte a la Segunda División Provincial. Lo ha hecho de una manera singular, no exenta de épica y suspense, culminando una temporada marcada por la superación constante y una fe inquebrantable en sus propias fuerzas.

La clave de este éxito reside en la particular normativa que rige las competiciones de cantera. Los tres primeros clasificados de la liga —Unionistas de Salamanca, Salamanca C.F. UDS y C.D. Santa Marta de Tormes—, auténticos gigantes del fútbol formativo provincial, ya contaban con equipos en la categoría superior. Esta circunstancia les impedía ocupar una nueva plaza de ascenso, abriendo una ventana de oportunidad para el siguiente equipo en la tabla. Y ese equipo ha sido el Alba de Tormes, que ha sabido mantenerse firme en la cuarta posición para reclamar lo que por méritos deportivos y reglamentarios le correspondía.

En conversación con este periódico, el técnico Casio ha desgranado las claves de una campaña que ha calificado como "un poco complicada". La principal dificultad, según el entrenador, ha radicado en la confección de una plantilla muy ajustada. "La temporada ha sido un poco complicada, porque la plantilla era corta con solamente nueve jugadores", ha confesado.

La cantera como pilar fundamental

Ante la escasez de efectivos, el cuerpo técnico ha tenido que mirar hacia abajo, a las propias bases del club, para encontrar soluciones. La solidaridad y la estructura del Alba de Tormes C.F. han sido determinantes. "Hemos estado tirando de jugadores del del Benjamín A y del Alevín B en varios partidos", ha explicado Casio. Esta necesidad se ha convertido en una virtud, forjando un sentimiento de unidad en toda la entidad y ofreciendo una valiosa experiencia competitiva a jugadores de categorías inferiores, que han respondido con madurez y han sido parte activa del éxito del equipo.

Este ascenso es también el triunfo de la constancia frente a proyectos de mayor envergadura. Competir en una liga dominada por las canteras más potentes de la provincia ha supuesto un reto mayúsculo. Casio ha subrayado la dificultad de medirse a estos rivales. "Ha sido muy competido porque medirse a las plantillas del Salamanca, Unionistas y Santa Marta y Salamanca es un reto muy grande", ha admitido el técnico. El técnico ha querido agradecer el trabajo clave de su compañero Rubén al que ha calificado de "pieza clave" de este ascenso.

Un final de liga de alta tensión

El camino hacia la gloria no ha estado exento de tensión hasta el último momento. Aunque la promoción estaba encarrilada, no era matemática, y la presión de otros aspirantes se ha hecho notar. En concreto, el Calasanz ha sido un rival directo en la lucha por esa codiciada cuarta plaza. "Y luego Calasanz, que tenía un equipo muy bueno también, pues ha estado ahí, ha estado en las 2 últimas jornadas con con posibilidades también de subir", ha recordado Casio. Esta pugna final ha añadido un plus de emoción a la conclusión del campeonato, obligando al conjunto albense a no relajarse y a pelear cada punto hasta que las matemáticas han dictado sentencia.

El propio entrenador ha reconocido que, si bien confiaban en la normativa, la confirmación oficial era el paso definitivo que todos esperaban. "Estaba logrado pero había que ratificarlo", ha comentado sobre el sentimiento del equipo en las semanas previas al desenlace.

Este ascenso del Alevín A del Alba de Tormes es mucho más que un simple cambio de categoría. Es la recompensa a la resiliencia de un grupo de nueve jugadores, al compromiso de los más pequeños que subieron a ayudar, a la estrategia de un cuerpo técnico que supo gestionar la escasez y a la filosofía de un club que demuestra, una vez más, que con trabajo, unidad y fe se pueden alcanzar las metas más altas, incluso partiendo desde la cuarta posición.