Sábado, 06 de diciembre de 2025
Volver Salamanca RTV al Día
El silencio que amenaza el pabellón
X

ALBA DE TORMES

El silencio que amenaza el pabellón

Actualizado 08/07/2025 19:11

El próximo jueves se decide el futuro del Albense Fútbol Sala

Hay silencios que duelen más que cualquier derrota. Son los silencios que amenazan con instalarse donde antes solo había gritos de gol, el chirriar de las zapatillas con los lances del juego y el rugir de una grada entregada. Un rumor, una posibilidad que se comenta en voz baja por las calles de Alba de Tormes, pesa hoy sobre uno de los emblemas deportivos de la villa: la posible desaparición del Albense Fútbol Sala.

Hablar del Albense F.S. no es hablar solo de un equipo. Es hablar de las tardes de sábado en el pabellón municipal, de las bolsas de pipas compartidas y de los viajes de muchos aficionados para arropar al equipo fuera de casa. Es recordar a padres que vistieron esa camiseta y que, años después, ven a sus hijos defender los mismos colores con idéntica pasión. Es, en definitiva, hablar de un pilar de la vida social y deportiva de nuestro pueblo.

Más que un equipo, un trozo de nuestra historia

Para muchos, el Albense F.S. fue la primera escuela de vida. Fue el lugar donde aprendimos que el esfuerzo tiene recompensa, que el compañero es más importante que uno mismo y que las victorias se celebran juntos, pero las derrotas se afrontan unidos. Hablar del Albense FS es hablar entre otros de formadores y entrenadores como Mariano, Nicasio, Paco, Michel, Paco Olivares, Javi Barrueco, Chema Sánchez y Óscar González, y seguramente de muchos que no recuerdo y me dejo en el tintero, incluyendo a todos los entrenadores de categorías inferiores.

El club ha sido un motor de valores, un catalizador de amistades y un sentimiento de pertenencia para incontables jóvenes.

Por sus filas han pasado jugadores que llegaron y otros que ya habían jugado en categorías nacionales, entrenadores que dejaron una huella imborrable y directivas que, con más corazón que recursos, mantuvieron viva la llama de la competición año tras año. Cada temporada era un pequeño milagro forjado a base de compromiso, de horas robadas al descanso y del apoyo incondicional de pequeños comercios locales que veían en el equipo un reflejo del espíritu luchador de Alba.

La cantera, donde todo empezaba

Si el primer equipo era el escaparate, la cantera siempre fue el alma. Cientos de niños y niñas han dado sus primeras patadas a un balón de fútbol sala vistiendo la camiseta del Albense. Para ellos, el club no era solo un lugar para hacer deporte; era el sueño de, algún día, jugar "con los mayores", de ser el protagonista de las crónicas del periódico, de marcar ese gol decisivo que corease todo el pabellón.

La posible desaparición del club no solo dejaría huérfano al deporte senior, sino que cortaría de raíz ese flujo de ilusión. Supondría apagar una luz que ha guiado durante años a la juventud albense hacia el deporte y la disciplina.

El vacío de una ausencia

Imaginar un invierno sin los partidos del Albense F.S. es imaginar un fin de semana más vacío, más silencioso. Es pensar en un pabellón que pierde una parte fundamental de su identidad. La desaparición del club sería una herida en el tejido social de un pueblo, la pérdida de un patrimonio construido a base de emociones, recuerdos y pasión compartida.

Este artículo busca ser un recordatorio de lo que tenemos, de lo que fuimos y de lo que podemos perder. Un homenaje a cada jugador, entrenador, directivo y aficionado que ha formado parte de esta gran familia. Ojalá que el eco de los goles pasados sea lo suficientemente fuerte para acallar el silencio que se cierne sobre el presente y que la historia del Albense Fútbol Sala aún tenga muchas páginas por escribir.