La intervención, fruto de la colaboración entre Ayuntamiento, Diócesis y Parque Cementerio, ha contado con una inversión de más de 16.000 euros para preservar la pieza del siglo XVI
El original del crucero de San Cebrián, luce ya restaurado en su ubicación del cementerio municipal San Carlos Borromeo. El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ha presentado este martes los resultados de una intervención que ha sido posible gracias a la colaboración a tres bandas entre el Ayuntamiento de Salamanca, la Diócesis de Salamanca, propietaria de la obra, y la empresa concesionaria del camposanto, Parque Cementerio.
Los trabajos de rehabilitación, que han supuesto una inversión total de 16.032,50 euros, han sido ejecutados durante un mes por las restauradoras Carmen Diego y Carmina Fernández. El objetivo ha sido consolidar y proteger una obra de gran valor histórico y artístico que presentaba un avanzado estado de deterioro.
El alcalde ha destacado que la rehabilitación se ha acometido "con un respeto escrupuloso a la obra y a su valor material e inmaterial". García Carbayo recordó que la pieza se encontraba muy dañada por su exposición continua a las inclemencias meteorológicas, motivo por el cual se descartó su regreso a la ubicación original.
"La exposición constante a las inclemencias meteorológicas había provocado un avanzado deterioro del crucero, lo que siempre ha descartado el traslado a su emplazamiento original", señaló el primer edil. En su lugar, el Ayuntamiento instaló el pasado febrero una réplica en bronce y granito en la plaza de Carvajal, obra del artista Óscar Alvariño.
El proceso de restauración ha sido complejo y ha buscado tanto la consolidación estructural como la recuperación estética, siempre desde el máximo rigor histórico. Según han indicado las restauradoras, las fases principales del trabajo han sido:
El crucero de San Cebrián es uno de los pocos que se conservan de los muchos que tuvo la ciudad. Su historia está íntimamente ligada a la desaparecida iglesia de San Cebrián, de la que hoy solo se conserva la cripta, mundialmente conocida como la Cueva de Salamanca.
La cruz permaneció hasta el siglo XVIII en la plaza de Carvajal como recuerdo de aquel templo. Posteriormente, fue trasladada al cementerio para acentuar el carácter sagrado del camposanto, donde ha permanecido hasta la actualidad.
Aprovechando la presentación, García Carbayo ha anunciado que el Ayuntamiento está ultimando un nuevo proyecto para poner en valor el cementerio San Carlos Borromeo. La iniciativa incluye la instalación de señalización y audioguías por todo el recinto.
Este proyecto se completará con un programa de visitas guiadas que recorrerá no solo las tumbas de personajes ilustres y los panteones de valor artístico, sino también las principales zonas de interés del camposanto, entre las que el restaurado crucero de San Cebrián ocupará un lugar destacado. Un trabajo "formidable y necesario", concluyó el alcalde, para que salmantinos y visitantes puedan admirar esta joya del patrimonio local.