Carlos Martínez lanza desde Salamanca su plan de comarcalización como "palanca de cambio" contra la despoblación

Con un "atrevimiento" para transformar Castilla y León. Bajo esta premisa, el secretario general del PSOE de Castilla y León, Carlos Martínez, ha presentado este martes en Salamanca las líneas maestras de su proyecto político, previo a un encuentro con alcaldes y concejales socialistas de la provincia. El plan se centra en una nueva ordenación del territorio para combatir lo que considera el "mal endémico" de la comunidad: la despoblación.

Martínez ha defendido que la "palanca fundamental en el cambio tiene que partir de esa fuerza municipalista" que representa el PSOE. Su propuesta se articula en torno a un ambicioso plan de "comarcalización" para diagnosticar y actuar sobre las desigualdades que fracturan la región tras casi cuatro décadas de gobierno del Partido Popular.

Un proyecto de "comarcalización" contra el "mal endémico"

El líder socialista ha partido de un diagnóstico severo, describiendo una comunidad sumida en la "inercia" y la "parálisis", una situación que, según ha afirmado, provoca "el exilio, el éxodo de nuestro capital más importante que son nuestros jóvenes".

Para revertir esta tendencia, su propuesta se asienta en un pilar clave: "estamos configurando un proyecto autonómico asentado en un nuevo modelo de ordenación territorial que a partir de una comarcalización en cada una de las provincias sea capaz de reconocernos cuáles son nuestras problemáticas".

El objetivo, ha detallado, es doble. Por un lado garantizar la cobertura de servicios básicos y derechos de ciudadanía como la sanidad, la educación o la protección social y por otro dotar a cada comarca de la "competitividad territorial" necesaria para atraer empresas e inversiones.

Una comunidad de desigualdades y fondos desaprovechados

Martínez ha puesto el foco en la heterogeneidad de los problemas. "Existe una desigualdad entre cada una de las provincias de nuestra comunidad y dentro de cada una de las provincias", ha señalado. Por ello, ha insistido en la necesidad de conocer la "línea de salida" de cada territorio para planificar políticas públicas efectivas.

Utilizando el ejemplo de Soria como "abanderada de la despoblación", ha advertido que provincias como Zamora, Salamanca y León "vienen muy a rebufo" de esa misma problemática, lo que exige un impulso urgente "antes de que lleguen a ese punto de inflexión".

En este contexto, el secretario general ha lanzado una dura crítica contra la gestión de la Junta de Castilla y León, a la que ha acusado de "desidia" e "inmovilismo". El dato que ha ofrecido es, en sus propias palabras, "absolutamente demoledor": tan solo un 6% de los fondos de cohesión del actual periodo han sido ejecutados por la administración autonómica. "Estamos hablando de que más de 9 de cada 10 euros no están siendo invertidos ante las necesidades que tenemos como comunidad autónoma", ha sentenciado.

La postura oficial ante el manifiesto de Demetrio Madrid

Sin eludir el "contexto complicado" que atraviesa su partido, Carlos Martínez ha abordado directamente el escándalo de corrupción a nivel nacional. Ha descrito un proceso emocional colectivo que ha transitado "desde la incredulidad a la indignación y el cabreo".

Frente a ello, ha defendido una reacción unánime, afirmando que "el partido socialista es implacable con la corrupción, es incompatible con la corrupción económica y con la corrupción ética". Ha destacado la inmediatez de la respuesta de la dirección federal, que actuó "con absoluta contundencia" expulsando a los implicados en cuanto se conoció el informe policial.

Sobre la "corrupción ética", ha hecho una mención especial a las mujeres, afirmando que "son las primeras que tenemos que pedir perdón y disculpas", por unos audios que ha calificado de "absolutamente insoportables".

Uno de los efectos de esa "convulsión" interna ha sido el manifiesto impulsado por militantes históricos, con el expresidente de la Junta, Demetrio Madrid, a la cabeza. Martínez ha enmarcado esta iniciativa como una "reacción en defensa de un partido que es absolutamente incompatible con la corrupción" y ha mostrado su total respeto por una figura que considera "imprescindible en la historia de esta comunidad".

Sin embargo, ha aclarado la posición de la dirección que encabeza. La ejecutiva autonómica no suscribirá el documento por una cuestión de responsabilidad orgánica, una postura consensuada con los propios promotores. "La ejecutiva autonómica acoge todas las sensibilidades del partido, tiene su posicionamiento propio y no se suma a posicionamientos de grupos de militantes, aunque sean liderados por una personalidad como la de Demetrio", ha concluido.