Javier Cañueto: "El 90% del envejecimiento cutáneo se relaciona con la exposición solar inadecuada"

El sol puede convertirse en un enemigo silencioso para nuestra piel si no se adoptan las precauciones necesarias. Con la llegada del verano y el incremento de la exposición solar, los riesgos aumentan. Para abordar esta cuestión crucial, Javier Cañueto Álvarez, jefe del Servicio de Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, ha compartido su conocimiento experto, detallando los peligros y ofreciendo pautas claras para disfrutar del sol de forma segura.

La exposición solar sin la debida protección tiene consecuencias que van más allá de una simple quemadura. El doctor Cañueto es tajante al identificar los principales peligros. "Los riesgos de exposición solar inadecuada son fundamentalmente dos: por un lado, la aceleración del envejecimiento de la piel —el 90% del envejecimiento cutáneo se relaciona con la exposición solar inadecuada— y, por otro lado, el aumento del riesgo de cáncer de piel", afirma el especialista. Este daño, subraya, es acumulativo: "la piel tiene memoria".

Por ello, es vital distinguir entre los efectos agudos, como las quemaduras, y los crónicos. El fotoenvejecimiento se manifiesta en arrugas prematuras, manchas y pérdida de elasticidad. No obstante, el riesgo más grave es el cáncer de piel, cuya incidencia ha crecido en las últimas décadas.

Señales de alarma

La detección temprana de lesiones malignas es fundamental. El doctor Cañueto explica que la clave está en observar cambios persistentes. "Fundamentalmente, existen cambios en lesiones preexistentes que habían sido estables; cuando un lunar está estable y de repente empieza a cambiar, o cuando sale una lesión nueva, nos debe hacer pensar en una posible transformación", indica.

Para las lesiones melanocíticas, el dermatólogo recuerda la utilidad de la regla del ABCDE: "Lesión Asimétrica, de Bordes irregulares, con Coloración abigarrada (varios tonos), un Diámetro de más de 6 milímetros y que Evoluciona (cambia)". Aunque esta regla puede generar falsas alarmas con lesiones benignas, ante la duda, siempre se debe consultar. Otros signos de alerta incluyen "una úlcera que no cura o una lesión que empieza a crecer de manera descontrolada en la piel y que antes no estaba".

Fotoprotección integral

La prevención es la estrategia más eficaz. "La mejor manera de proteger la piel ante el sol es evitar la exposición solar directa y prolongada, especialmente en las horas centrales del día", sentencia el doctor Cañueto. Cuando la exposición es inevitable, la ropa es una aliada: "Prendas holgadas, de colores oscuros y tejidos sintéticos ofrecen mayor protección. No hay que olvidar los sombreros de ala ancha y las gafas de sol para los ojos", recuerda.

Respecto a los fotoprotectores tópicos, el experto aclara que el Factor de Protección Solar (FPS) indica cuánto más tardaría la piel en quemarse y se refiere principalmente a la radiación UVB. Un FPS 30 se considera alto y un FPS 50 o más, muy alto. Es crucial que el producto ofrezca protección de amplio espectro, incluyendo UVA (indicado con UVA dentro de un círculo). La cantidad es determinante: "Se mide fundamentalmente con una cantidad que son 2 miligramos por centímetro cuadrado, que es bastante. Para la cara, hay que extender en los dos dedos, el índice y el corazón, una línea de fotoprotector", especifica Cañueto, advirtiendo que una cantidad insuficiente reduce drásticamente la eficacia.

Un error común es subestimar el riesgo en días nublados, ya que las nubes no bloquean toda la radiación ultravioleta. El doctor Cañueto recomienda guiarse por el índice UV, accesible en la mayoría de aplicaciones meteorológicas. "Con un índice UV de 3 o más, sí que es recomendable utilizar un fotoprotector", señala. Este indicador ayuda a saber cuándo extremar precauciones y está disponible en todos los dispositivos móviles actuales.

Desmontando mitos: El bronceado no es saludable

Existe una percepción cultural que asocia el bronceado con la salud, algo que el jefe de Dermatología del Hospital de Salamanca desmiente categóricamente: "El bronceado es una respuesta de la piel a la agresión. Cuando se produce, es porque hemos sometido la piel a algún tipo de agresión externa, en este caso, la radiación ultravioleta". Buscar activamente el bronceado es, por tanto, dañar la piel.

Cañueto también alerta sobre modas peligrosas como el "callo solar", insistiendo en que "habría que intentar eliminar ese mito" y recalcando que no existe un bronceado seguro. Con el tiempo, el bronceado irregular puede derivar en manchas, arrugas y sequedad, acelerando el fotoenvejecimiento.

Por todo ello es fundamental cuidar la piel. Una rutina básica de cuidado de la piel incluye higiene adecuada e hidratación. No obstante, el doctor Cañueto aconseja cautela con el uso indiscriminado de cosméticos, sugiriendo que "cuando la gente va a someter su piel a la utilización de cosméticos, sobre todo si realmente no se los han recomendado previamente, pueda a lo mejor consultar a algún dermatólogo para que realmente le pueda orientar".

Como mensaje final para los salmantinos de cara al verano, el doctor Cañueto ofrece dos consejos fundamentales. Primero, "evitar la exposición solar con la intención de broncearse". Segundo, "protegerse del sol cuando vayamos a estar expuestos, en el contexto que sea", combinando barreras físicas con el uso adecuado de fotoprotectores. Y una reflexión crucial: "No hay que olvidar que la piel tiene memoria y que va a recordar cómo la tratemos a lo largo de nuestra vida"", concluye.