La medida establece un cupo de seis ejemplares y la obligación de registrar las piezas en la app CAPTURCYL durante ocho días hábiles entre agosto y septiembre.
Un nuevo horizonte se abre para los aficionados a la caza en Castilla y León. La Junta ha dado el visto bueno, a través de su publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCYL) de este miércoles, 25 de junio de 2025, a la caza de la tórtola europea en 276 cotos de la comunidad. Esta decisión se fundamenta en el éxito del sistema de control efectivo de capturas diarias que se implementó con la paloma torcaz durante la media veda 2024-2025, y que ha sido clave para demostrar la fiabilidad del control telemático regional ante las autoridades europeas.
El Ejecutivo autonómico ha logrado así que su sistema de control, anteriormente experimental, cumpla con la exigencia de la Comisión Europea de disponer de un mecanismo de seguimiento de capturas creíble y riguroso. Este era un requisito indispensable para poder reanudar el aprovechamiento cinegético de la tórtola, suspendido temporalmente.
La nueva orden establece condiciones específicas para la caza de la tórtola europea en los 276 cotos autorizados. Se permitirá un máximo de ocho días hábiles de caza, que corresponderán a los sábados y domingos comprendidos entre el 30 de agosto y el 21 de septiembre. Durante este periodo, cada coto podrá hacer uso del cupo de tórtolas que le haya sido asignado previamente.
Para garantizar el cumplimiento de las directrices europeas, será obligatorio que toda captura de tórtola se registre de manera inmediata en la aplicación móvil CAPTURCYL. Este sistema de reporte telemático es fundamental para la gestión adaptativa de la especie.
Con el objetivo de seguir avanzando en los mecanismos de gestión adaptativa de la caza sobre las poblaciones de tórtola, la orden publicada hoy abre un plazo importante. Hasta el 25 de julio de 2025, los cotos interesados en la caza de la tórtola europea en sucesivas temporadas podrán adherirse al sistema. El compromiso principal será registrar las capturas diarias de paloma torcaz durante la media veda 2025-2026.
Esta adhesión es crucial, ya que el sistema de control de capturas de paloma torcaz ha sido la herramienta que ha permitido a la Consejería demostrar la viabilidad de un control efectivo, un paso que otorgaba preferencia para la caza de la tórtola una vez se levantase la moratoria.
La orden también actualiza el número máximo de piezas a cobrar por cazador y día para otras especies durante la media veda. Estos cupos son:
Desde el año 2021, la Consejería ha trabajado intensamente para probar ante la Comisión Europea que en España es posible aplicar sistemas creíbles para el control de los cupos de extracción. Durante la pasada media veda de 2024, se puso en práctica un mecanismo de gestión adaptativa que ofrecía a los titulares cinegéticos la posibilidad de adherirse mediante el compromiso de registro telemático de capturas de paloma torcaz, una especie similar en comportamiento y modalidades de caza a la tórtola.
Esta estrategia ha sido fundamental para que los 276 cotos que se sumaron al sistema de control de la paloma torcaz sean ahora los primeros en poder retomar la caza de la tórtola.
La base científica para esta decisión se sustenta también en un exhaustivo trabajo de campo. Desde el año 2015, la Consejería mantiene un sistema de seguimiento anual específico de las poblaciones de tórtola europea en Castilla y León. Cada año, técnicos, agentes medioambientales y celadores de medio ambiente realizan itinerarios de censo para detectar la presencia de esta especie.
Estos datos, recopilados en las 95 comarcas medioambientales de la Comunidad, son tratados y normalizados para elaborar los parámetros poblacionales de la tórtola. Gracias a este esfuerzo continuado durante nueve años, se han obtenido resultados sobre la tendencia y la supervivencia de las poblaciones de tórtola europea. Dicha información fue crucial al ser puesta a disposición del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y, posteriormente, de la Comisión Europea, defendiendo así los intereses sociales, económicos y culturales que el aprovechamiento cinegético de esta especie tiene en Castilla y León.