Ha llegado el momento y hay que celebrarlo. Bajo esta máxima María Teresa Albarra?n se ha rodeado de su marido, sus hijos y nietos para festejar una merecida jubilación, reunión familiar que se producía en torno a la mesa, con una emotiva comida en la que no faltaban ni los brindis ni las anécdotas ni los planes para esta nueva vida, en la que a buen seguro no faltarán ni el encaje de bolillos, ni el bordado ni los innumerables encuentros junto a todo el grupo de encajeras peñarandinas.