La Diócesis ha celebrado la solemnidad con una misa en la Catedral Nueva y una emotiva procesión por el casco histórico en un recorrido con tres altares
La ciudad de Salamanca ha vivido este domingo, 22 de junio, una jornada de profunda significación religiosa con la celebración de la solemnidad del Corpus Christi, también conocida como el Día de la Caridad. Los actos, organizados por la Diócesis de Salamanca, han estado marcados por una gran participación de los fieles y, de manera muy especial, por la alegría e ilusión de los niños y niñas que han recibido este año su Primera Comunión.
Las celebraciones centrales han comenzado con una misa solemne en la Catedral Nueva. La eucaristía ha estado presidida por el obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, y concelebrada por numerosos sacerdotes del presbiterio diocesano. Durante la homilía, se ha puesto de relieve la importancia de la presencia real de Cristo en la Eucaristía y se ha renovado la llamada a vivir el amor fraterno, intensificando el compromiso con las personas más necesitadas de la sociedad.
Tras la conclusión de la misa, ha tenido lugar uno de los momentos más esperados y vistosos: la tradicional procesión eucarística. El Santísimo Sacramento ha recorrido las calles del casco histórico de Salamanca, en un itinerario que ha contado con la participación destacada de los niños que han celebrado su Primera Comunión durante este año.
Estos pequeños han ocupado un lugar preferente en el cortejo procesional, acompañando con devoción y visible entusiasmo al Santísimo. Su presencia ha añadido un toque de especial ternura y esperanza a la solemne procesión, convirtiéndose en verdaderos protagonistas de la jornada.
El recorrido de la procesión ha comenzado por la Puerta del Obispo y ha continuado por emblemáticas vías salmantinas. Se han realizado paradas devocionales en tres altares que habían sido cuidadosamente preparados y adornados por diversas hermandades de la ciudad. Estos altares se han ubicado en puntos significativos como la Rúa Mayor, la iglesia de San Sebastián y el atrio de la Catedral.
Finalmente, la procesión ha concluido con la bendición final impartida por el obispo en la plaza de Anaya.