Cerca de un centenar de alumnos de danza urbana y moderna, bajo la dirección de Silvia Pérez, han protagonizado una espectacular gala de fin de curso en el Pabellón Municipal de Alba de Tormes.
El Pabellón Municipal de Alba de Tormes se ha vestido de gala este domingo para acoger un evento que ha irradiado energía, talento y, sobre todo, una inmensa pasión por el baile. Cerca de un centenar de alumnos, bajo la experta batuta de Silvia Pérez, han culminado meses de esfuerzo y aprendizaje en una espectacular gala de fin de curso que ha demostrado el vibrante futuro de la danza urbana y el baile moderno en la villa ducal.
Familiares y amigos y se han congregado para ser testigos del progreso de estos jóvenes artistas, cuyas edades abarcan desde los cinco años hasta adultos con una pasión compartida. La música ha comenzado a sonar y, con ella, se ha desatado un torbellino de coreografías que han llenado el escenario de color y movimiento, un testimonio del arduo trabajo realizado durante todo el año académico.
Detrás de este panorama de la danza en Alba de Tormes se encuentra Silvia Pérez, monitora y coreógrafa, cuya dedicación ha sido fundamental para encender la chispa del baile en tantos jóvenes. Este ha sido su tercer año consagrada enteramente a la enseñanza de bailes y coreografías en la villa ducal, un periodo en el que no solo ha transmitido técnica, sino también valores como la disciplina y la constancia. Su enfoque cercano y su entusiasmo contagioso han sido claves para consolidar un grupo de bailarines que crece día a día.
"Estoy muy contenta", ha confesado Silvia Pérez, reflejando la satisfacción por el camino recorrido y, especialmente, por la respuesta de sus alumnos. La continuidad es un claro indicador del éxito de su propuesta pedagógica: "la mayoría de los alumnos ya han renovado la matrícula para el curso que viene", ha señalado con orgullo.

La gala ha contado con la participación de "aproximadamente unos 100 bailarines", según ha detallado la propia Silvia. Un número que da cuenta de la magnitud del proyecto y del interés que ha suscitado. Estos jóvenes talentos no solo provienen del núcleo urbano de Alba de Tormes; la pasión por el baile ha traspasado fronteras municipales. "La mayoría son de Alba de Tormes, pero sí que también contamos con alumnos de algunos pueblos de alrededor, de Garcihernández y de Galinduste por ejemplo", ha explicado la monitora, destacando la diversidad geográfica de su alumnado.
El espectáculo ha sido un crisol de edades y niveles, perfectamente estructurado para mostrar la evolución de los bailarines. "Desde los más pequeños, que tienen 5 añitos, a los más mayores, que ya mayores de 18, incluso grupos de adultos", ha comentado Silvia. Los cursos se organizan progresivamente: "los de 5 años son pre-danza, luego el siguiente curso son baile moderno, y luego ya a partir de baile moderno ya es todo danza urbana".
Un momento especialmente destacado de la gala ha sido la actuación de Beast Flava. "Hoy cuento con la presencia de mi grupo de competición que se llama Beast Flava", ha anunciado Silvia con visible entusiasmo. Estos bailarines representan un nivel más avanzado de compromiso y técnica, y así ha quedado paetnte en la gala demostrand un alto calibre en cada uno de sus movimientos. Su presencia en la gala ha servido de inspiración para los más jóvenes, mostrándoles hasta dónde pueden llegar con dedicación y esfuerzo.
La preparación de un evento de esta envergadura es un desafío muy grande, especialmente cuando se trata de condensar un año entero de aprendizaje. Silvia Pérez ha sido muy consciente de ello: "el objetivo de esta gala es que ellos tengan un un día especial, donde pueden mostrar una pequeña parte de todo el trabajo, porque al final resumimos el trabajo de un curso en actuaciones de tres y cuatro minutos, que no deja ver realmente todo lo que hay detrás". Cada coreografía, aunque breve, ha sido un concentrado de horas de ensayo, correcciones, risas y, sobre todo, mucha ilusión.

Las clases que imparte Silvia Pérez se desarrollan de manera regular a lo largo del curso académico, que habitualmente se extiende "desde octubre hasta junio". Son sesiones semanales, "clases de entre una hora, hora y media, dependiendo del nivel del grupo", tiempo suficiente para trabajar la técnica, montar coreografías y fomentar el espíritu de grupo. Este compromiso semanal es el que ha permitido a los alumnos alcanzar el nivel exhibido en la gala.
El éxito de este curso que ahora concluye ya tiene la vista puesta en el siguiente. Para todos aquellos interesados en sumarse a esta vibrante comunidad de danza, Silvia Pérez ha anunciado que "a partir del lunes abriré inscripciones para, de cara al nuevo curso, poder contar con nuevos alumnos". Una oportunidad para que nuevos talentos descubran el mundo del baile moderno y la danza urbana en Alba de Tormes.
El Pabellón Municipal no solo ha acogido pasos de baile; ha sido testigo de sonrisas de orgullo de padres y abuelos, de aplausos cerrados que reconocían el esfuerzo, y de la emoción contenida de los propios bailarines al finalizar sus actuaciones. Cada detalle, desde el vestuario hasta la selección musical, ha contribuido a crear una atmósfera mágica, un merecido homenaje a la constancia y la dedicación de todos los implicados.