La propuesta, ideada por Imaginart Teatro Videomapping, combinó artes escénicas tradicionales con tecnología y videomapping, congregando a un numeroso público.
El Palacio de San Boal se transformó esta tarde del jueves en un evocador andén de emociones con la presentación de "La estación". Los salmantinos que se congregaron en el céntrico espacio disfrutaron de una propuesta escénica que invitaba a un viaje a través de los recuerdos y los sueños.
La obra, una idea original de Imaginart Teatro Videomapping, exploró la melancolía y la esperanza que se entrelazan al final de un largo viaje, cuando la estación se convierte en un cruce de caminos, un umbral donde las historias personales convergen, algunas para quedarse y otras para continuar su rumbo. El espectáculo destacó por su carácter multidisciplinar, logrando una convivencia armónica entre elementos tradicionales de las artes escénicas e innovadoras instalaciones tecnológicas aplicadas al teatro y el videomapping.
Producido íntegramente por el Festival Internacional de las Artes de Castilla y León, FACYL, "La estación" reunió a un notable conjunto de talentos y entidades locales y regionales. La cuidada puesta en escena fue fruto de la colaboración de diversas compañías y artistas.
Entre las compañías participantes se encontraron Clara Martín, la Escuela de Arte de Salamanca, Popy Vegas Teatro, el Conservatorio Superior de Música de Castilla y León (Coscyl), Vitoria Pole Salamanca, Mapping On y Teresa Gigosos. Esta sinergia de creadores aportó una riqueza visual y narrativa que fue muy bien recibida por los asistentes.
El elenco actoral estuvo compuesto por Begoña Martín, Virginia Urdiales, Popy Vegas, Javier Cascón y Araya Rodríguez, quienes dieron vida a los personajes que transitan por esta metafórica estación. La propuesta se enriqueció con la participación de Victoria Rodríguez en la disciplina de pole dance y la emotiva voz y el violonchelo de Mariana Nuñez, creando una atmósfera única que envolvió al público.
Los salmantinos se sumergieron en esta experiencia donde cada despedida y bienvenida resonaba con los ecos de abrazos y promesas, confirmando que la estación es, en efecto, mucho más que un lugar: es el inicio de nuevas historias y el refugio de los recuerdos.
FOTOS Y VÍDEO: Miguel González