FOTOS | La Alamedilla, una 'piscina' improvisada en el centro de Salamanca

El mercurio no da tregua en Salamanca y los ciudadanos buscan cualquier resquicio para combatir el sofocante calor que se ha instalado en la capital charra este mes de junio. En este escenario, uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, el parque de La Alamedilla, ha mudado su piel para convertirse en un particular oasis urbano donde el agua y la sombra son los bienes más preciados.

La estampa es cada vez más habitual a medida que el sol aprieta: la fuente principal del parque, concebida como elemento ornamental, se ha transformado en una animada 'piscina' improvisada. Los más pequeños, ataviados con sus bañadores, no dudan en adentrarse en sus aguas para chapotear y encontrar un alivio momentáneo a las altas temperaturas, ante la mirada cómplice de sus familiares.

Pero no solo el agua es protagonista. El césped que rodea la fuente y otras zonas del parque se ha convertido en una suerte de solárium improvisado. Toallas extendidas, familias disfrutando de un picnic a la sombra y grupos de amigos buscando un respiro del asfalto caliente son escenas que se repiten a diario, especialmente en las horas centrales del día y al caer la tarde.

Ubicado en pleno corazón de Salamanca, el parque de La Alamedilla se erige así como un refugio accesible y popular para muchos salmantinos y visitantes que no tienen la posibilidad de desplazarse a piscinas municipales o parajes naturales con zonas de baño. La combinación de sus amplias zonas verdes, la sombra de sus árboles y, ahora más que nunca, el frescor de su fuente, lo consolidan como un punto de encuentro esencial durante los episodios de calor intenso.

Esta adaptación espontánea del uso del espacio público evidencia la necesidad de los ciudadanos de encontrar alternativas para sobrellevar el rigor estival en el entorno urbano. Mientras las temperaturas sigan elevadas, es previsible que La Alamedilla continúe ofreciendo esta refrescante y singular imagen veraniega en el centro de Salamanca.